México se encuentra lejos de ser como Venezuela, pero aún existen ciertas alertas ante el poder que tendrá la presidenta electa Claudia Sheinbaum, quien contará con la mayoría calificada de Morena y partidos aliados en ambas cámaras del Congreso de la Unión y un nuevo Poder Judicial de la Federación (PJF) tras la reforma publicada el pasado 15 de septiembre en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Durante la conferencia mañanera de este miércoles 18 de septiembre, Ana Elizabeth García Vilchis, recordó cómo decían que México sería si gobernara el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su sección de ¿Quién es quién en las mentiras de la semana?
“Todo resultó falso, salvo una cosa. Miren, este cartel tiene algo de verdad, fue en lo único que acertaron y es que para el seis año los partidos de oposición estarían debilitados, sí le atinaron a eso, pero los resultados del gobierno fueron diametralmente opuestos a sus pronósticos. Por eso, la gente ya no les cree”
— Ana Elizabeth García Vilchis
“No, no, de ninguna manera (México es como Venezuela) y me parece que debemos ser serios y al mismo tiempo mesurados en las apreciaciones que podamos tener. Hay una enorme diferencia de Venezuela con nosotros, nada tiene que ver ni su economía ni su territorio ni la infraestructura, incluso a nivel académico”, consideró José Perdomo Galicia, especialista en Derecho Administrativo de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle.
“No, para nada, México nunca va a ser Venezuela o Argentina, nunca va a ser como ningún otro país, no hay punto de comparación. La cuestión geográfica tiene mucho poder, esta vecindad con Estados Unidos, el Tratado de Libre Comercio, en realidad, la Cuarta Transformación es el Tratado de Libre Comercio (T-MEC)”, comentó el doctor Luis Estrada, socio director de SPIN-Taller de Comunicación Política.
“Aunque la Cuarta Transformación tiene similutud con Venezuela, se trata de una crítica sin fundamentos de los opositores al gobierno del presidente, tomando en cuenta que los fenómenos políticos en México y Venezuela tienen diferentes caminos”, explicó Alejandro Martínez Serrano, maestro de tiempo completo en la Universidad La Salle y docente en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Aunque no se pueden comparar ambos países, según Perdomo Galicia, “México va o está en el rumbo de tener una dicotomía en en la gestión de gobierno es decir, habrá un gobierno con unas políticas con una orientación a los sectores sociales que dependen de los programas asistencialistas y de los apoyos”, algo que es similar a los cambios que hubo con la entrada de Hugo Chávez al poder en Venezuela, cuando inició lo que llamó la Revolución Bolivariana en 1999.
En aquella época, el exmilitar Chávez llegó al gobierno de la República Bolivariana Venezolana, tras años de insatisfacción con los partidos políticos tradicionales llevó a la elección en 1998, tras lo cual devino una serie de cambios estructurales del Estado, con la instauración de políticas de corte socialista, nacionalizaciones de empresas clave y una mayor intervención del Estado en la economía.
Esta época con la entrada de Chávez también estuvo marcada por tensiones políticas internas y externas, así como polarización en la sociedad venezolana, lo que sentó las bases para los desafíos políticos y económicos que el país enfrentaría en los años siguientes, pero su legado se mantiene aún con el presidente Nicolás Maduro.
El gobierno de Hugo Chávez se caracterizó por su ideología antiimperialista. Se incrementó el gasto público con la teoría de distribuir la riqueza y creció la deuda externa, pero el ingreso de dinero que se invirtieron en gran parte en políticas de bienestar social aumentó el gasto social y temporalmente redujo la pobreza y la desigualdad económica.
La reducción de los ingresos debido al exceso del gasto público, el aumento de las importaciones, la corrupción, la caída de la producción nacional debido al excesivo control del estado y políticas económicas, terminaron por ahogar al sector privado.
“Otro va a ser la actividad de gobierno en el aspecto de los sectores productivos la iniciativa privada con la que seguramente tendrá otra orientación, entonces no veo que sea un paquete globalizado de un cambio hacia todo el país, sino más bien va a ser sectorizado”, explicó el especialista de La Salle en cuanto a la situación de México, para Publimetro.
Todo el poder
Hay algo que no se puede negar, explica el especialista, al mencionar que sí existe un riesgo altísimo de manejar o disminuir al Poder Judicial con la reforma recientemente aprobada y publicada en el DOF porque “con las modificaciones definitivamente se le quitó esa independencia”, afirmó.
“Se le está limitando la libertad al Poder Judicial de sus propios procedimientos internos, lo que se refiere a escoger a los juzgadores, hasta ahorita era nada más los ministros, pero ahora con la reforma van a ser todos los juzgadores (...) indudablemente termina afectando nuestro sistema republicano”, alertó el académico especialista en Derecho Administrativo.
“Es un retroceso, la mejor muestra de que esto no es viable en una democracia, ningún país, excepto Bolivia tiene esto, aunque digan que en Estados Unidos y otras naciones, la forma en la que el presidente Andrés Manuel López Obrador y su equipo diseñaron es para controlar, desde el Poder Ejecutivo, con las mayorías, el destino de quienes serán jueces, magistrados, ministros”, señaló Estrada.
Para Martínez Serrano debemos esperar aún, porque “tenemos una reforma, pero faltan las leyes secundarias, estamos a la expectativa para saber cómo estaría operando ese Poder Judicial”.
¿Sheinbaum es como Maduro?
Uno de los puntos importantes de diferencia entre lo que sucedió con Chávez y Maduro, en comparación con la Cuarta Transformación en México, es el tema de la reelección. Desde que Chávez tomó el poder hasta morir pasaron 14 años, 11 más han pasado desde que Maduro tomó la Presidencia de Venezuela y después de un par de intentos de la oposición, sigue en lo más alto del poder, aunque en medio de una crisis política, económica y social.
Sheinbaum, fundadora de Morena junto al presidente Andrés Manuel López Obrador, está abiertamente en contra de la reelección, de hecho, anunció recientemente una reforma a la Constitución para endurecer esa regla en casi todos los niveles de gobierno, tanto federal como estatales o municipales, es decir, cualquier funcionario público.
“Es especular, habrá qué ver si en el ejercicio será se verá realmente, la reelección. Sheinbaum está en contra porque todos los puestos que ganaron se lo deben todos a López Obrador, quien controla todo es él, no es Claudia Sheinbaum, a ella le gustaría que ella tuviera algo de control, alomejor no”, explicó el socio director de SPIN.
“Es uno de las características que tiene nuestro sistema político después de la Revolución Mexicana, donde se establece la No Reelección, si lo comparamos con Venezuela allá sí está permitido como lo hizo Nicolás Maduro”, agregó el profesor de la UNAM.
Para Perdomo Galicia, es casi imposible que Sheinbaum quiera reelegirse o busque de alguna manera modificar la Constitución hacia ese rumbo, pero lo que sí considera es que “son muchos los pendientes que que está dejando (AMLO), en su conjunto lo referiría únicamente a crisis de sociedad, crisis en materia de producción nacional, porque no se dieron los apoyos ni se impulsó al productor nacional y por supuesto lo que se refiere a la seguridad pública”.
“Tenemos ahorita como sociedad el problema de inseguridad total, pero 196 mil muertes realmente no es cualquier cosa, solamente en este periodo administrativo, si a eso le ponemos una crisis de relación con España, por supuesto que con Estados Unidos, que se le juntó también Canadá, es una crisis ante la comunidad internacional”, sentenció, sin mencionar los problemas que tuvo México también con Ecuador o Perú y las diferencias con el mandatario de Argentina, Javier Milei, por recordar algunos.
“El más grave es el tema económico financiero, el déficit basado en un gasto proyectado mucho mayor que el ingreso, AMLO utilizó varias fuentes de financiamiento para incrementar los programas sociales, pero ya no hay más de dónde tomar, es el gran reto que tiene. Se avecina una crisis económica importante”, agregó Estrada.
“Andrés Manuel López Obrador deja una lista muy amplia, como las obras como la Refinería Dos Bocas, el paso Coatzacoalcos-Salina Cruz, el pleno funcionamiento del Tren Maya o el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Quedan pendientes de la administración como el crecimiento económico y el control de la inseguridad pública generada por la violencia organizada, así como el caso de Ayotzinapa”, dijo Martínez Serrano.