Jorge Ermilo Espinosa Torre, el artista que pintó el retrato de Andrés Manuel López Obrador, develado el pasado 30 de septiembre en su último día como presidente, considera que es un cuadro para el pueblo de México, no precisamente para el exmandatario nacional como persona.
El artista cuenta que tuvo libertad creativa, pero recibió dos pautas por parte de Presidencia: “que de alguna forma aparezca representada la gente y la otra es que también aparezca el Bastón de Mando”. Él lo define como un cuadro “muy de México”, porque en su perspectiva, no está hecho para López Obrador aunque él aparezca.
“No es algo que él se va a llevar a su casa, no es un cuadro hecho pensado en él como persona, es un cuadro pensando en todos los mexicanos, con México como protagonista, para representar a nuestra historia, nuestra gente y nuestro momento cultural, político y social que nos tocó vivir en este sexenio”, comentó en entrevista para Publimetro.
Espinosa Torre cuenta que en un principio, AMLO no estaba muy contento con la idea de hacerse un retrato: “no me parece que sea algo que él hubiera buscado definitivamente, pero estaba la situación de que es una tradición de nacional y es un es una historia de todo México, seguir con esa linda tradición”.
Además, afirma que cuando platicó con él y le planteó su idea de que “no fuera una alabanza al ego, sino que fuera una oportunidad incluso de poner a la gente como protagonista del cuadro y de esa forma darle espacio al pueblo de México”, esa idea le entusiasmó más al ahora ex mandatario nacional.
Nacido en Mérida, Yucatán, Espinosa Torre viene de una familia de artistas. Su abuelo, Ermilo Torre Gamboa, fue un pintor mexicano reconocido que también creó retratos para políticos y artistas, además, cuenta con más de 55 exposiciones individuales organizadas en México, Cuba, Estados Unidos y España.
“A mí me da mucho orgullo y mucho gusto poder continuar con con su historia porque realmente es como si él hubiera pintado conmigo, esa historia que hay entre mi abuelo y yo, era él un gran gran gran pintor y fui siguiendo sus pasos, tratando de de acompañarlo siempre, ahora que no está, continúo esa historia lo mejor que puedo, me dio mucho gusto poder estar estar allá (en Palacio Nacional) y que él estuviera conmigo presente en todo momento y así hacerlo partícipe de este cuadro”, contó.
Un encuentro con el presidente
De acuerdo con el pintor, fue una casualidad el ser elegido para esta importante obra: “no tenía yo ningún contacto, ninguna palanca, ningún tipo de preferencia, era yo uno más que tocó la puerta y afortunadamente fue porque les gustó mi trabajo”, al resaltar el hecho de que voltearon a ver a un artista de Mérida y no de Ciudad de México, como suele hacerse con algo tan grande como esto.
Para el proceso del cuadro, hecho al óleo sobre tela de lino con un bastidor y un marco de cedro sólido con hoja de oro, hecho por artesanas de Oaxaca, Jorge Ermilo tardó alrededor de un año, desde el verano de 2023 cuando le avisó Jesús Ramírez, vocero de la Presidencia, que él fue elegido para hacerlo.
Durante este año, cuenta que tuvo tres encuentros con el presidente, uno de ellos cuando se tomaron las fotografías que sirvieron como base para el cuadro, una más cuando se lo mostró: “le gustó mucho”, reconoció y la última cuando fue develado ante los medios de comunicación el lunes pasado.
De estos tres encuentros, explica que es una experiencia inolvidable que dejará como legado para sus hijos, quienes quizá ahora no dimensionen lo que significa por su corta edad, pero que espera que en los años próximos puedan rememorar los videos y fotografías y sientan lo mismo que él siente con el trabajo que realizó su abuelo.
El artista también define al presidente como “amable” en su trato, una persona con una conexión muy fuerte con la gente, que no le tiene miedo, al menos en lo que él pudo constatar durante la toma de fotografías, cuando se dio una situación peculiar de una manifestación en la plancha del Zócalo, que el mismo presidente atendió desde el balcón y cambio los gritos de reclamo por aplausos a pesar del enojo de los manifestantes.
Dentro de sus planes para 2025, explica que a la par de este proyecto, “cocinó” una exposición en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, la cual se expondrá el siguiente año, la que considera la exposición más importante, sin demeritar el cuadro de López Obrador, pero que engloba toda su carrera con aspectos más creativos y expresivos.