Más allá de reconocer el trabajo que realizan las mujeres en el hogar con el cuidado de los hijos, el esposo e incluso los padres o algún otro familiar y aunque el programa para mujeres de 60 a 64 años anunciado por la presidenta Claudia Sheinbaum es una buena medida, se requieran mayores acciones como establecer programas de capacitación en el cuidado desde la secundaria técnica, media superior o superior, ya sea en instituciones públicas o privadas, a la par de una reforma constitucional para garantizar el derecho al cuidado y ampliar la oferta de servicios para los cinco grupos de población prioritarios: niños, adultos mayores, adolescentes, personas enfermas y personas con discapacidad.
De acuerdo con la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) 2022, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) en México se estima que hay 58.3 millones de personas susceptibles de recibir cuidados en los hogares, a los cuales alrededor de 34.8 millones de las personas que los cuidan son mujeres.
Debido a un arraigado sistema patriarcal, gran cantidad de la población femenina debe poner en pausa sus aspiraciones laborales y económicas para dedicarse por completo al cuidado de otros miembros de su familia. Aproximadamente, 6 de cada 10 personas que realizan trabajo de cuidado son mujeres y no reciben remuneración económica por hacerlo. Además, invierten significativamente más horas por semana que los hombres en esta labor (38.9 horas a la semana contra 30.6).
Lo anterior se desprende de un análisis realizado por la Universidad Iberoamericana, en el que destaca que cuando existen servicios de cuidado, la posibilidad de salir del quintil más bajo de ingresos de la población que se encuentra en este aumenta, en promedio, 62%, es decir, se fomenta la movilidad ascendente.
Propuestas para tener un Sistema de Cuidados en México
De acuerdo con Alma Beltrán y Puga, investigadora del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana CDMX, quien participó en la elaboración del documento, es necesario tener centros de atención infantil, escuelas de horarios ampliados, centros de atención a personas con discapacidad, enfermas y adultas mayores. También se deben facilitar servicios domiciliarios para el cuidado directo e indirecto, incluidos los servicios de trabajadoras remuneradas del hogar, de salud y rehabilitación, entre otros.
“Para enfrentar la disparidad de género en torno a los cuidados, requerimos un cambio cultural importante, así como promover la corresponsabilidad a través de la promoción de horarios laborales flexibles, licencias de cuidado, permisos y servicios en horarios compatibles. Eso con el objetivo de que el peso de los cuidados no recaiga en un solo miembro de la familia y que ambos padres puedan estar generando otros ingresos activamente”, resaltó.
¿Qué ha dicho la Presidenta de México sobre el Sistema Nacional de Cuidados?
Luego de su toma de protesta, el pasado primero de octubre, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se refirió a la posibilidad de tener en México un Sistema Nacional de Cuidados, sobre el tema mencionó que:
“Con el IMSS y el DIF empezaremos con el Sistema Nacional de Cuidados, que se hará de manera progresiva. Vamos a arrancar con Centros de Bienestar infantil para las mujeres más pobres: las jornaleras agrícolas y para las mujeres de la maquila; en particular, en Ciudad Juárez vamos a hacer justicia a las mujeres de Ciudad Juárez, justicia histórica”, expuso la presidenta durante la lectura de los 100 compromisos de gobierno en el Zócalo de la Ciudad de México.
Políticas Públicas son necesarias para su aplicación
En este sentido, Alejandra Haas, directora ejecutiva de Oxfam México, señaló en entrevista que se necesitan de mayores ingresos para poder solventar este tipo de propuestas, por lo que llamó a no dejar atrás una reforma fiscal progresiva que, por ejemplo, revise algunas de las exenciones fiscales, o los tramos del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para poder tener recursos que no sólo solventen un Sistema Nacional de Cuidados, sino también otras políticas públicas que también tengan incidencia en la igualdad sustantiva.
“Empezar por las infancias está bien, no me parece mal, todo Sistema de Cuidados tendrá que ser un trabajo paulatino, no sólo por los recursos que requiere, sino también porque debe ser un proceso de apropiación social donde las personas puedan ser escuchadas en el diseño de las medidas y los servicios también se adapten”, precisó.