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“¿De qué sirve la salud pública si no hay medicamento?”; pacientes con cáncer de mama en doble lucha

Juanita, sobreviviente de cáncer, denunció la ineficiencia del sector público en temas de salud, destacando la labor de la FUCAM a partir de su experiencia

Mes rosa
Cáncer de mama Datos de la Secretaría de Salud, revelan que en 2022 se diagnosticaron aproximadamente 27 mil nuevos casos en el país. (Dreamstime)

De las siete mil 838 defunciones registradas en México a causa del cáncer de mama durante 2022, según el último censo del INEGI, destaca que el principal reto continúa siendo la detección temprana de la enfermedad que puede evitar alrededor de 21 fallecimientos por día, si se actúa de manera inmediata, como en el caso de Juanita López, una mujer mexicana de 58 años que reside en centro de Iztapalapa que, apenas dos meses después de ser diagnosticada, ya estaba en el quirófano recibiendo un tratamiento eficaz asignado por el personal médico de FUCAM, resaltando la deficiencia que se ha presentado en el sistema de salud público.

“Nunca había visto mi sector salud tan mal como lo veo ahora, en el sentido de la situación pública. Yo he tenido ISSSTE por muchísimos años, más de 40, y definitivamente ahorita me encuentro con la mala situación de que va uno y uno tiene que llevar sus cosas, uno tiene que comprar sus medicamentos”, explicó Juanita, quien se desenvolvió en agradecimientos hacia la FUCAM, organización que ha llevado su tratamiento por un año tras ser diagnosticada con cáncer de mama.

La Fundación del Cáncer de Mama (FUCAM), una organización que desataca por ofrecer diagnóstico, tratamiento y seguimiento especializado a mujeres de escasos recursos en México cuenta con más de dos décadas de experiencia, siendo clave en la lucha contra el cáncer de mama en el país, brindando servicios de alta calidad de manera gratuita o a bajo costo para quienes más lo necesitan.

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Juanita resaltó que en su caso nunca existió antecedentes familiares con cáncer, pero llevaba años lidiando con endometriosis, una enfermedad que explicó que puede complicar el diagnóstico de cáncer de mama debido a los tratamientos hormonales que suelen confundirse con síntomas oncológicos. Sin embargo, en julio de 2023, una revisión médica rutinaria marcó la diferencia.

“Afortunadamente, me detectaron el cáncer en fase cero, lo cual fue clave para que los médicos pudieran actuar rápidamente”, comentó López, quien a dos meses después del diagnóstico, ya estaba en el quirófano sometiéndose a una mastectomía total y reconstrucción mamaria simultánea.

“Fue un proceso muy desgastante, pero al mismo tiempo increíblemente rápido”, aceptó Juanita con una mezcla de asombro y gratitud, ya que el hecho de que le ofrecieran la opción de reconstrucción mamaria en la misma operación fue un alivio tanto físico como emocional. “Mi doctor de cirugía plástica, el Dr. Aarón, me recomendó hacer la reconstrucción de inmediato para no tener que pasar por otra operación en el futuro. Acepté, y aunque la recuperación fue difícil, la fisioterapia fue esencial para mi rehabilitación”.

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“¿De qué sirve la salud pública si no hay medicamento?”; pacientes con cáncer de mama en una lucha doble Juanita López, paciente de FUCAM Foto: Sonia Barrón (Sonia Ariadna Pérez Barrón)

Desabasto de medicamentos, un problema que se mantiene

“¿De qué sirve el sector salud, de qué sirve si no hay medicamento? No hay, de verdad y yo he tenido la mala experiencia que incluso en cosas básicas de curación, no lo encuentro en el ISSSTE, no las hay, yo he tenido que comprar cosas para llevarlas”, denunció Juanita.

Asimismo, Juanita expuso que “tener una enfermedad, como en este caso es el cáncer, requiere muchos gastos”, sin embargo el apoyo de asociaciones como la FUCAM, facilita afrontar esta enfermedad de manera económica, ya que “no se gasta lo que se gasta en otras clínicas”.

“Una consulta de especialista por fuera sale como tres veces lo que me cobran aquí, por ejemplo, yo pago 150 pesos con la fisioterapeuta cada ocho días. Yo quise hacerlo por fuera cerca de casa y la fisioterapeuta me cobró 800 pesos por una sesión (...) He cotizado por fuera y no me conviene, prefiero trasladarme hasta aquí porque si está más económico”, detalló.

También, Juanita explicó que estos costos accesibles no solo es en consultas, ya que también la FUCAM permite que pacientes con cáncer de mama consigan algunos medicamentos con bajos costos, esto como respuesta a la escasez de medicamentos en instituciones públicas.

“El medicamento, por decir algo, uno de mis medicamentos que tomo y yo lo coticé por fuera en diferentes farmacias y estaba en mil 200, mil 500, cada caja de las cuales, pues yo tengo que tomar de por vida y resulta que aquí con mi receta médica me lo están dando en 320 pesos”.

El papel crucial de la fisioterapia y el apoyo emocional

Juanita reconoció que uno de los aspectos más importantes de su recuperación fue la fisioterapia, ya que gracias a los ejercicios que le enseñaron justo después de la operación, pudo retomar su independencia física en solo dos meses. “No uso manga compresiva porque desde el principio me dediqué a los ejercicios. La fisioterapia me ayudó a recuperar mi funcionalidad rápidamente”, afirmó.

Sin embargo, el reto no fue solo físico, destacó que el acompañamiento psicológico también fue fundamental. Juanita, viuda y madre de una hija, remarcó cómo la atención integral incluyó sesiones conjuntas con su familia para prepararse emocionalmente ante el proceso.

“La psicóloga estuvo presente en todo momento. Ellos me ayudaron a manejar mis emociones y a preparar a mi hija y a mi familia, ya que, a partir de mi caso, también tuvieron que comenzar a vigilar su salud”, explicó, agradeciendo por el apoyo emocional que se le brindó en la FUCAM para sobrellevar el miedo que implica enfrentar un diagnóstico de cáncer.

Conocerse es prevenir

Una de las grandes lecciones que Juanita aprendió de su experiencia es la importancia de la autoexploración y el conocimiento del cuerpo. “Desde los 27 años me hago mastografías anuales, y fue gracias a mi ginecóloga que aprendí a hacerme la autoexploración correctamente”, compartió, ya que este hábito de prevención fue lo que permitió detectar el cáncer en una etapa temprana.

Para concluir, Juanita animó tanto a hombres como a mujeres a conocer sus cuerpos y realizarse autoexploraciones regulares, ya que el cáncer de mama no es exclusivo de las mujeres. “A mis sobrinos les digo que ellos también deben revisarse, no están exentos de esta enfermedad. Todos debemos aprender a detectar cualquier cambio en nuestro cuerpo”, enfatizó.

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