Alejandro Svarch Pérez, director general del IMSS-Bienestar, aseguró que se necesita un laboratorio con equipos especializados donde se pueda controlar la exposición de la toxicidad del fentanilo, no una cocina doméstica, como muestra un reportaje de The New York Times.
“La dosis de toxicidad del fentanilo comienza en 0.2 miligramos, para que podamos tener una proporción es a tres o cuatro granitos de sal, el fentanilo es cincuenta veces más potente que la morfina, dependiendo de la dosis”, comentó Svarch Pérez, durante La Mañanera del Pueblo de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, de este jueves 2 de enero desde Palacio Nacional.
El funcionario indicó que “esto explica que inexorablemente se necesite un laboratorio donde se puedan controlar las condiciones de exposición, donde existan equipos especializados para realizar la síntesis químicas y con sistemas de ventilación profesionales, no una cocina doméstica, como muestra el reportaje, no es posible hacer fentanilo como muestra la nota” de The New York Times.
“Desde el Gobierno de México y las instituciones de seguridad y la propia Fiscalía de la República investigan y detienen ahí donde hay un delito grave, se han desmantelado muchos laboratorios de metanfetamina, lo que planteamos aquí es la publicación de un artículo en The New York Times, que no es el primero, relacionado con temas de fabricación o producción de drogas, hablamos de cómo se producen estos artículos a partir de información que no es creíble”, comentó Sheinbaum Pardo.
Respuesta de The New York Times
El pasado 30 de diciembre, el diario estadounidense The New York Times rechazó los señalamiento que hizo la presidenta Claudia Sheinbaum sobre que un reportaje que publicaron, en el cual se informa sobre laboratorios clandestinos en donde se elabora fentanilo, pues la mandataria afirmó que es falso porque las fotografías corresponden a otro tipo de actividades ilícitas, particularmente a la fabricación de metanfetamina.
“The New York Times tiene absoluta confianza en nuestros reportajes sobre la producción y realización de pruebas con fentanilo en México. Nuestras periodistas pasaron meses investigando la industria del fentanilo, citaron oficialmente a funcionarios y exfuncionarios mexicanos sobre estos temas y documentaron la operación de un laboratorio de fentanilo en Sinaloa. Respaldamos plenamente la reportería”.
Informe de Semar sobre el reportaje
Video de 10 segundos sin sonido: se observa a dos HNI manipulando dos ollas con un líquido blanco hirviente en una estufa sobre la cual se observa un pequeño extractor de vapores. Citando la nota: “Mencionaron que se encontraban en el primer paso del proceso, activando el principal ingrediente químico que se usa para hacer fentanilo”. Sin especificar el nombre de los precursores químicos.
- Como medida de protección personal únicamente portan una bandana de tela que deja al descubierto los ojos, así como un cubrebocas azul de tela de tres pliegues.
- Se identifica una cocina, con una ventana de aproximadamente 1 m². En dicha habitación se observan incluso ingredientes como salsas y bebidas alcohólicas, así como electrodomésticos.
Video de 13 segundos sin sonido: se observa un HNI manipulando un recipiente de aluminio con polvo color azul (indicando ser fentanilo).
- Al realizar dicha actividad no se identifica el uso de algún equipo de protección personal, observándose la exposición directa al supuesto fentanilo. Se observa polvo blanco sobre una mesa circular cercano a una fuente de luz. Según el medio informativo, se trata de “fentanilo terminado”.
Imagen 2: se aprecian las únicas sustancias químicas mencionadas en el artículo; hidróxido de sodio y acetona. Mismas que fueron utilizadas en la presunta síntesis de fentanilo. Se trata de dos químicos esenciales en la elaboración de drogas sintéticas. El término hace referencia a aquellas sustancias utilizadas en la síntesis sin incorporar en ella parte de sus estructura molecular por ejemplo: solventes y catalizadores.
Imagen 3: se observa HNI incorporando la tinta azul al supuesto producto terminado (fentanilo), esta vez, utilizando guantes de látex. El uso de la tinta azul confiere el color característico de los comprimidos de fentanilo, alusivas a las tabletas de M30 (metadona).
Derivado del análisis de la nota periodística, no es posible reunir indicios suficientes para determinar que se realizó un proceso de síntesis de clorhidrato de fentanilo en citada locación, debido a que se menciona muy poco o nada del proceso de síntesis y las sustancias utilizadas.
A. Durante el desarrollo de los videos y la redacción del artículo no se observan o mencionan los principales precursores químicos para sintetizar fentanilo (4-ANPP, anilina y cloruro de propionilo), mostrando únicamente sustancias químicas esenciales (hidróxido de sodio y acetona).
B. No se observa el uso de equipo de protección personal mínimo requerido para evitar intoxicación por los gases tóxicos desprendidos durante la reacción de síntesis o bien de la exposición a clorhidrato de fentanilo puro. (Dosis letal 2mg). Las principales vías de exposición de opioides son por inhalación, exposición dérmica e ingestión, por lo cual el uso de guantes de nitrilo y equipos de respiración autónoma son indispensables para realizar este tipo de actividades.
C. En una parte del video explican que los supuestos cocineros de drogas sintéticas no necesitan el mismo equipo de protección personal que las reporteras por haber desarrollado una “tolerancia a la droga letal”. Si bien, existen factores que pueden influir en la toxicidad como la tipología física de una persona, no existe evidencia científica que respalde esta idea. Anexo a esto, el uso del pasamontañas y el cubrebocas de tela de 3 pliegues observados en los cocineros, podría estar relacionado únicamente con la protección de su identidad y no una medida de protección personal.
D. Respecto a lo mencionado por los presuntos cocineros sobre el desmantelamiento de una casa de seguridad del grupo por parte del Ejército Mexicano horas antes de la grabación de los videos y que derivado de esta acción; habrían cambiado de ubicación el supuesto laboratorio con tal rapidez, no corresponde con la dinámica criminal habitual, ya que normalmente se presenta una interrupción o postergación de las actividades ilícitas por un período mayor hasta encontrar un lugar seguro para continuar el acondicionamiento de las drogas sintéticas.
Por lo anterior se concluye que no existen los elementos suficientes para demostrar que la información presentada en el artículo de The New York Times documenta un laboratorio de síntesis de clorhidrato de fentanilo.
