Alrededor de 20% de las muertes causadas por situaciones meteorológicas en México corresponde a frío excesivo, y de hecho son los hombres quienes fallecen más por esta causa, así como los adultos mayores, lo anterior se desprende de un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el cual establece que en temporada invernal es necesario tener mayor cuidado por las bajas temperaturas que se presentan cada año.
“Esto es relevante debido a que las proyecciones del cambio climático para México muestran que a lo largo del este siglo las olas de calor y frío serán más frecuentes, intensas y durarán más tiempo, incluso en regiones en las que no se caracterizan actualmente por este tipo de situaciones extremas, por lo que se necesita desarrollar programas para reducir la letalidad de estos desastres de origen meteorológico”.
Expusieron lo anterior, José Alfredo Jáuregui Díaz, María de Jesús Ávila Sánchez y Rodrigo Tovar Cabañas, investigadores de la UNAM, quienes analizaron los cambios climáticos extremos en México durante un período de 15 años, en donde destacaron que se tuvieron alrededor de 4 mil 177 muertes.
Cabe destacar que el día más frío del que se tiene registro en todo México, ocurrió el 27 de diciembre de 1997 cuando el termómetro descendió hasta marcar -25 grados en el municipio chihuahuense de Madero.
Influyen El Niño y La Niña en variaciones de temperatura
Asimismo, de acuerdo con Juan Manuel Torres, investigador de la Universidad Iberoamericana, los fenómenos de El Niño y la Niña se han vuelto cada vez menos espaciados, lo que provoca temperaturas muy altas en primavera y verano y muy bajas en otoño e invierno.
En entrevista con Publimetro explicó que antes ambos fenómenos se llevaban a cabo en períodos de tiempo de entre nueve y 10 años, sin embargo ahora se dan en lapsos de cuatro a cinco años, como resultado del cambio climático que afecta al planeta.
Resaltó que desafortunadamente ahora estamos ante temperaturas invernales de hasta menos 17 grados bajo cero y en la próxima temporada de calor, también superaremos temperaturas extremas, lo que afecta las cosechas de muchos productos alimenticios y contribuye a la desertificación de los suelos.
Frío y calor ‘matan’ a 5 millones de personas en el mundo
Un artículo publicado en 2021 en la revista The Lancet Planetary Health estimó que cinco millones de personas mueren cada año a nivel mundial debido a variaciones térmicas bruscas o significativas, de este total, algo más de las tres cuartas partes viven en Asia y África y alrededor de un 10% de los decesos se producen por calor excesivo en tanto que el 90% es a consecuencia del frío extremo.
Las condiciones térmicas adversas interfieren en el metabolismo del cuerpo humano, alteran las funciones cardiovasculares, renales y de funcionamiento de la presión arterial, además de los niveles de ciertas hormonas como el cortizol y las tiroideas. Los vasos periféricos se dilatan pueden producirse mareos y el corazón comienza a latir con más fuerza.
Sigue estas recomendaciones para protegerte del frío
De acuerdo con información de la UNAM, hay que seguir ciertas recomendaciones en esta temporada invernal
- Mantener una buena alimentación
- Hacer ejercicio regularmente
- Utilizar ropa abrigadora como guantes, gorro, bufanda, orejeras, etc
- Consumir líquidos claros (té o agua caliente o tibia)
- Usar cubrebocas para proteger las vías respiratorias
- Aplicarse las vacunas de la temporada (influenza, Covid-19)
- Hidratar la piel para evitar agrietamientos
- Evitar cambios bruscos de temperatura
Asimismo es recomendable cubrir las áreas susceptibles al frío, como las vías respiratorias, porque al respirar entra aire frío por la nariz y el cambio de temperatura puede desencadenar algunas infecciones agudas, como el resfriado común, faringitis, sinusitis, la rinitis e influenza estacional, así como alergias.
De igual manera tener una adecuada reserva de calorías, vitaminas, minerales, tomar suficiente agua, con ello el cuerpo va a estar en las mejores condiciones para responder a los estresores ambientales.
Existen factores, como la edad, los medicamentos, las enfermedades, la ingesta adecuada de líquidos o la alimentación que van a hacer que nuestro cuerpo reaccione mejor o peor ante el frío.
