Ya se están formando las mujeres para los puestos más altos en el Ejército, resalta la general brigadier Blanca Elsy Cruz Toledo, por lo que confirma que el camino ya está para que algún día México tenga una secretaria de la Defensa.
En entrevista con Publimetro, la destacada militar directora del Centro Gerontológico, comparte detalles de su trayectoria, habla de los retos que ha enfrentado, pero también del orgullo que le representa ocupar una de las máximas posiciones en la institución.
Con nostalgia comparte de algunos de los momentos que marcaron su vida, desde la intervención del Ejército para ayudar a su comunidad cuando era niña y que le detonó el interés por el servicio; la primera sonrisa que recibió de un paciente que no podía hablar, hasta la felicidad que experimentó al recibir la notificación de su cargo, en el que solo hay seis mujeres actualmente, de un total de 309 generales de brigada.
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General Elsy Cruz, gracias por recibirnos. ¿Cómo decide ser militar o en qué momento dice quiero ser médico y lo voy a hacer en la Escuela Militar?
— Desde niña yo quería ser médico, pero durante mi infancia, adolescencia, tuve conocimiento del Ejército mexicano. Veía uno el uniforme, el servicio hacia la población y como yo quería ser médico, se conjuntaban los objetivos.
¿Cuánto tiempo le llevó llegar a esta posición tan importante?
— 37 años.
¿Qué esfuerzos ha realizado para estar aquí?
— Ha sido difícil, pero afortunadamente a lo largo de toda mi vida conté con el apoyo de mucha gente, mis padres, mis hermanos. Cuando ingresas aquí al Ejército recibes apoyo de mucha gente, tus propios maestros, los propios compañeros, es una familia más que te adopta. Por supuesto que hay obstáculos que encuentras, pero siempre hay alguien que te dice ‘échale ganas’.
Cuando se separó de su familia, ¿fue un cambio radical en su vida?
— Tienes que adaptarte a una nueva vida, al adiestramiento militar, la disciplina, sin embargo, es algo muy bonito, y más todo lo que te enseñan aquí, el trabajo en equipo, es algo muy importante en el Ejército, la disciplina, la lealtad, el ser honorable, el ser justos, todo eso te lo refuerzan en esta institución.
¿Cuál considera que fue su mayor reto en esa primera etapa para ingresar?
— El primero fue el psicológico, eran unas evaluaciones psicológicas que tardabas tres, cuatro horas y por primera vez te enfrentas a una evaluación de ese tipo: pruebas psicométricas, psicológicas, cálculo, el cultural, pero la incertidumbre era en ese examen. El físico también fue muy pesado porque era por primera vez lanzarme de una plataforma de cinco metros para el salto de decisión y es o saltas o no te quedas, todo o nada.
Además de disciplina, dígame otras cinco características que son pilares en el Ejército.
— Lealtad, honor, sacrificio, perseverancia y trabajo en equipo.
Ya en su carrera, ¿algún caso que la haya conmovido, que la haya motivado?
— Es algo que no se olvida. En una de mis prácticas en segundo año, había un paciente que estaba postrado en cama. Ese paciente no se podía expresar, sin embargo, la forma en la cual él lo transmitió fue con una sonrisa. Eso es algo que te marca por vida, porque dices: esto es lo que yo quiero hacer.
En el polo contrario, ¿algo muy difícil que haya tenido que enfrentar?
— Estar en la terapia intensiva es terrible porque muchas veces no puedes hacer nada por algún paciente. Ya cuando estás en puestos administrativos también el manejo de personal, también es muy difícil, el trato humano yo creo que es una de las cosas más difíciles a lo que cualquiera se puede enfrentar y más si estás en algún puesto de responsabilidad.
¿Cuánto tiempo tiene como general brigadier?
— Un año y medio.
¿Cómo fue cuando consiguió el ascenso y recibió la noticia?
— Es una emoción indescriptible. Esa noticia no es como las promociones, estas son exámenes igual, pero es un Comité; te dan la noticia como 10 días antes, a las 11:30 p.m. y así fue como recibí yo mi noticia a las 11:30 p.m., un mensaje, y fue algo muy bonito porque ascendí yo y también ascendió mi esposo, entonces los dos recibimos la noticia al mismo tiempo, es algo así increíble, una emoción indescriptible porque fue algo totalmente familiar.
Lo que pasa es que llegar al generalato es muy difícil, porque es así —describe con sus manos una gran dimensión— la opción y así —diminuto— el camino, entonces lograrlo es algo muy bonito, es una satisfacción enorme.
¿Seguirá la ruta para aspirar a ser general de brigada, cuáles son sus siguientes objetivos?
— Tenemos el sueño, sí, siempre que estamos aquí pues es algo que nos gustaría, llegar al grado máximo. Obvio, tenemos que trabajar mucho, tener algún proyecto, dar resultados de nuestro trabajo, de nuestra trayectoria y de nuestra conducta.
¿Qué nos dice sobre las oportunidades para las mujeres en el Ejército?
— Las oportunidades están para todos, el Ejército, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional se han ido aperturando gradualmente a la par de la sociedad y han ido abriendo esas oportunidades. La prueba es de que ahora todas las escuelas son mixtas y las mujeres pueden ingresar a cualquiera de las áreas dentro de las Fuerzas Armadas.
Si bien los grados máximos a los que pueden aspirar depende mucho si son de arma o de servicio, como lo establecen nuestras leyes y reglamentos, las mujeres que pueden llegar a los puestos más altos ya vienen en camino, ya están formándose unas, otras ya están dentro de la escala jerárquica, entonces la oportunidad está para todos.
¿Qué posibilidades ve de que haya una secretaria de la Defensa?
— Es muy probable, de hecho ya hay una iniciativa, una propuesta para que las leyes se ajusten para que una mujer pueda ser secretaria de la Defensa surgida de las Fuerzas Armadas. Entonces pues falta que exista la aprobación, pero el camino ya está.
Para usted, el tema de general, generala, ¿es importante, se tiene que adoptar o es indistinto?
— General es un término para el grado militar, sea hombre o mujer, la o él, el artículo es lo que te define si eres el general o la general. Si en determinado momento llegase a ordenarlo por alguna modificación, podría también ser factible, pero en el artículo está implícito, es ente el nombre, el grado militar es para el ente que lo ostente.
Para las mujeres que se incorporen, ¿qué mensaje envía?
— Las Fuerzas Armadas, tanto en el Ejército mexicano, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional tienen las puertas abiertas porque tenemos muchos planteles de formación militar en todas las áreas, tiene una amplia gama de oferta educativa y las oportunidades son tanto para hombres, para mujeres, ahorita es quien realmente obtenga las mejores puntuaciones, son los que van a obtener la plaza, entonces las áreas de oportunidades son iguales para todos.
