Disciplina, valentía, determinación, perseverancia, conocimientos estrategia, entre muchas otras características se requieren para realizar una carrera militar exitosa, y más siendo mujer, ya que a pesar de la notable apertura en las Fuerzas Armadas, la realidad es que son muy pocas las que han logrado llegar a los máximos grados jerárquicos.
En el contexto del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora este 8 de marzo, Publimetro conversó con dos mujeres que están haciendo historia en el Ejército, y por tanto en México, se trata de la general de brigada Olga Lidia Juárez Patiño, directora del Hospital de la Mujer y Neonatología, así como la general brigadier Blanca Elsy Cruz Toledo, directora del Centro de Gerontología.
Con su extensa trayectoria, son muestra tangible de empoderamiento y ejemplo a seguir, tanto en el ámbito médico como militar, y ambas respaldan que el Ejército de México, hoy más que nunca, es una opción de formación y crecimiento con las puertas abiertas para las mujeres, e incluso confían que México llegará a tener una secretaria de la Defensa.
Esto en el primer gobierno encabezado por una mujer, la presidenta Claudia Sheinbaum, la primera comandanta de las Fuerzas Armadas; mientras que para ellas, la discusión de general o generala es indistinta, porque saben que más allá de la gramática, lo que importa es el rango militar, que ambas se han ganado tras intensas competencias, perseverancia, disciplina y determinación.
General de brigada Olga Lidia Juárez Patiño
En el caso de la general Juárez Patiño, la respalda una exitosa carrera de 43 años desde que buscó su ingreso a la Escuela Militar de Enfermería, y a partir de ahí ha superado cada reto hasta convertirse hace unos meses en la mujer más poderosa en este momento en el Ejército.
Es la única mujer en activo en el grado de general de brigada y segunda en la historia en alcanzar ese rango, solo por abajo de general de división, de donde surgen los secretarios de la Defensa.
Afirma que para las mujeres que desean seguir una carrera militar el mensaje es claro: “Las puertas están abiertas”, y resalta que la formación académica y militar se encuentra al alcance de todas, sin distinción de género.
Confirma que la competencia al interior del Ejército y en particular en la Escuela Médico Militar, donde ella se formó, es intensa pero eso es indistinto del género, ya que la exigencia se centra en las capacidades, inteligencia, trabajo en equipo, disciplina, pero sobre todo, en los resultados.
Y aunque reconoce que en el pasado se percibía al Ejército como una institución rígida, enfatiza que hoy en día las oportunidades se basan más en el mérito y el trabajo en equipo, lo que implica que “la mentalidad está cambiando, y todos, tanto hombres como mujeres, nos estamos preparando para convivir y trabajar por el bien de nuestra institución”.
Y en ese contexto resalta que no queda un área en el Ejército donde no haya incursionado una mujer, ha habido apertura total, por lo que afirma que ya se están formando mujeres que pueden aspirar a ser secretarias de la Defensa.
El encuentro para esta entrevista se realizó en su oficina en el hospital a primera hora del día, antes de que las muchas responsabilidades propias de su cargo le impidieran tener la conversación, y desde donde Publimetro pudo atestiguar lo que representa su rango y el trabajo que realiza para que la institución médica opere en perfecta armonía y con los mejores resultados.
Luego de la conversación en la que compartió detalles personales como sus inicios en la Escuela Militar de Enfermería hace 43 años, la emoción que experimentó al ser notificada de su ascenso al mayor rango militar en la historia para una mujer, y hasta sus planes de retiro a mediano plazo, la general encabezó un recorrido por el hospital, dando muestra del orden y eficacia con la que opera la institución, así como el empoderamiento que una mujer puede alcanzar en las Fuerzas Armadas.
General brigadier Blanca Elsy Cruz Toledo
En eso coincide la general brigadier Cruz Toledo, quien también inició su carrera como enfermera, y a lo largo de 37 años ha tomado cada oportunidad de crecimiento que se le presenta hasta convertirse en una de las más destacadas militares del país.
Subraya que la disciplina, la lealtad, el honor, el sacrificio, la perseverancia y el trabajo en equipo son valores fundamentales del Ejército mexicano, y que estos son los pilares que permiten a cualquier soldado, sin importar su género, alcanzar el éxito en esta institución.
Sobre las barreras de género, la militar explica que aunque los grados máximos a los que las mujeres pueden aspirar dependen de las categorías de armas o servicios establecidos por las leyes y reglamentos de las Fuerzas Armadas, las mujeres ya están en el camino hacia posiciones de alto rango. “Ya están formándose, y otras ya están en la escala jerárquica”, afirmó.
Por ello también expresa la posibilidad de que una mujer sea secretaria de la Defensa, dice que es una posibilidad real, ya que existe una propuesta legislativa en proceso para hacer ajustes en las leyes y que una mujer pueda ocupar ese cargo en el futuro.
Asimismo habla sobre el futuro de las nuevas generaciones que aspiran a ingresar a las Fuerzas Armadas, a quienes envió un mensaje directo: “las puertas están abiertas para todos. Las oportunidades son iguales para hombres y mujeres, y quien obtenga los mejores resultados es quien accederá a las plazas disponibles”.
Así, la general Cruz Toledo ratifica que está el camino para que más mujeres sigan sus pasos y lleguen a ocupar puestos de liderazgo en las Fuerzas Armadas para brindar servicio a la población, tal como le ocurrió a ella cuando era niña y vio por primera vez a los militares que acudieron a su población en Oaxaca para apoyar a la comunidad tras una inundación.
Reflexiona sobre las difíciles pruebas que debió superar para entrar a la Escuela de Enfermería, principalmente el examen psicológico, además de lanzarse de una plataforma de cinco metros a una fosa, pero sabe que si no hubiera dado ese salto, no habría realizado tan exitosa carrera.
Ahora, desde el Centro Gerontológico implementa talleres y técnicas de cuidado a los adultos mayores para mejorar sustancialmente su calidad de vida, lo que la llena de orgullo y satisfacción cada día mientras hace su aportación profesional.