Los grupos del crimen organizado reclutan a niñas y niños de 6 a 17 años de edad, y los incorporan a sus filas a partir de delitos menores sin violencia, mensajeros y hasta llegar al sicariato, reveló un documento de la Secretaría de Gobernación.
A través de invitaciones de amistad por redes sociales y videojuegos, así como amenazas a familiares, falsas promesas de dinero e invitaciones directas, es como los cárteles de la droga suman a sus filas nuevos reclutas.
Asimismo, el documento de la autoridad señala que en 18 de los 32 estados del país, los grupos del narcotráfico llevan a cabo el reclutamiento de menores, y la entidad en liderar la lista es Baja California, seguido de Colima, Chihuahua, Ciudad de México y Estado de México.
¿Qué roles desempeñan los reclutas del crimen?
En el documento “Mecanismo Estratégico del Reclutamiento y Utilización de NNA”, las autoridades reconocen que el reclutamiento de niñas y niños se registra en las entidades de alta incidencia delictiva.
De acuerdo a la información oficial, los menores de 6 a 12 años de edad son usados por el crimen organizado como mensajeros, y tienen la finalidad de persuadir a otros menores, quienes más tarde serán explotados sexualmente.
Otras de las maneras en que las estructuras criminales usan a los menores son para el “halconeo”, y el transporte de drogas.
Por otra parte, el narco utiliza a los jóvenes de 13 a 17 años de edad para cometer robos sin violencia, extorsión digital, realizar cobro de piso, vigilar las casas de seguridad y persuadir a otros para sumarse a las filas del crimen.
Asimismo, los cárteles obligan a los jóvenes a producir, vender y traficar droga, llevar a cabo secuestros, además de participar en el sicariato y desaparición de cuerpos.
¿Por qué los menores son vulnerables?
Las niñas y niños más vulnerables de ser reclutados por los cárteles, son aquellos que han vivido violencia familiar, con padres de bajos ingresos y adicciones, o que han crecido en entornos de pandillas.
También, entre las causas de vulnerabilidad está la deserción escolar, altos niveles de pobreza, la baja autoestima y depresión, apunta el informe de la Secretaría de Gobernación