La primera infancia se confirma como un sector de la población altamente vulnerable, pues 45.9% de los niños y niñas de entre 0 y 4 años carecía de acceso a servicios de salud, revela el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en su “Estudio sobre el ejercicio de los derechos sociales de niñas, niños y adolescentes (NNA)”.
Lo anterior implica que este grupo enfrenta riesgos como enfermedades prevenibles y problemas en su desarrollo cognitivo y socioemocional.
Según el reporte, elaborado con datos a 2022, en México prevalece la ‘mano dura’, pues el 53.8% de los niños de uno a cuatro años fue disciplinado mediante métodos violentos, lo que incluye castigos físicos y agresiones psicológicas.
Y en materia de salud, a pesar de un aumento en la cobertura de vacunación para menores de un año, que pasó del 81.3% en 2018 al 86.6% en 2022, México sigue por debajo de la meta del 90% establecida por el Plan de Acción Mundial sobre Vacunas.
De hecho, la situación no mejora se manera sustancial para los niños en edad escolar, pues en el lapso de referencia el 42.6% de este grupo no contaba con acceso a servicios de salud.
Por ejemplo, la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), clave para prevenir el cáncer cervicouterino, alcanzó coberturas extremadamente bajas, con solo un 14.8% de niñas de 10 años vacunadas y un 14% de las de 11 años.
Los problemas de salud mental también son preocupantes. La encuesta ENSANUT reveló que los trastornos como la depresión afectan a 127.7 adolescentes por cada 100 mil entre 15 y 19 años, un aumento significativo respecto a grupos de menor edad.
Embarazo adolescente y consumo de sustancias
El reporte del Coneval también evidencia la realidad del embarazo adolescente, que continúa siendo una crisis de salud pública en México.
Al respecto, datos de la ENADID 2023 muestran que la tasa de fecundidad entre las adolescentes de 15 a 19 años fue de 45.2 nacimientos por cada mil mujeres, y que casi nueve de cada 10 embarazos derivados de violencia sexual ocurrieron en niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años.
Asimismo, la falta de uso de anticonceptivos en la primera relación sexual sigue siendo un factor determinante: el 10.2% de las adolescentes reportó no haber usado métodos anticonceptivos en su primera experiencia sexual.
Entre las principales razones figuran el desconocimiento de los métodos (16%) y la creencia de que no quedarían embarazadas (15.1%).
El informe también destaca el creciente consumo de sustancias en esta etapa, en 2021, el 21.1% de adolescentes entre 10 y 19 años reportó consumo de alcohol, mientras que el 4.6% había fumado tabaco, con mayor prevalencia en varones.
En ese contexto, preocupa que violencia sigue siendo una de las principales causas de muerte entre adolescentes.
El suicidio se posicionó como la tercera causa de muerte en mujeres de 10 a 14 años y la cuarta en el grupo de 15 a 24 años, lo que refleja la urgencia de fortalecer la atención a la salud mental y prevenir situaciones que lleven a los jóvenes a este trágico desenlace.