La reforma eléctrica, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador abrirá un boquete de 1.4 billones de pesos en las finanzas públicas; sólo por concepto de sobrecostos en la generación de energía y subsidios a los consumidores, alertó el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Señaló que la reforma pretende aumentar el porcentaje de energía generada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a costa de la producción de las de energías limpias.
Además, advirtió el CCE, la iniciativa plantea “eliminar los tres pilares” que se requieren para operar el mercado eléctrico nacional: “un regulador autónomo (CRE), un operador independiente (CENACE), y un despacho eficiente de la electricidad”
Alertó que, bajo tales condiciones, la reforma eléctrica convertiría a la CFE en juez y parte del sector; lo cual no garantiza ni la cobertura de la demanda de electricidad, ni la eficiencia del sector.
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El organismo cúpula del sector privado evidenció que la iniciativa del presidente también cancelaría todos los permisos y contratos vigentes con las empresas privadas, que hoy generan electricidad.
Ello, apuntó, “con efectos confiscatorios sobre 44 mil millones de dólares de inversión privada” y medidas que obligarían a las plantas privadas a dejar de producir energía al momento de su publicación.
Problemas graves
A través del documento Una reforma que lastima a México, el CCE advirtió que, si la reforma es aprobada por el Congreso, habría cuatro implicaciones graves para el país:
- Incrementaría el costo de la electricidad, porque se privilegiaría la generación eléctrica de CFE; que es hasta 252% más cara que la del sector privado. Además de que obligaría a las empresas a comprar energía a CFE; a precios mucho más altos, generando presiones inflacionarias.
- Generaría un boquete en las finanzas públicas, debido a que el costo de producción total subiría, en al menos, 62 mil 100 millones de pesos anuales; equivalentes a 621 mil millones de pesos en una década. “En conjunto, con el subsidio eléctrico, los sobrecostos alcanzarían más de 1.4 billones de pesos.
- Cancelaría la transición energética. México se volvería un obstáculo en la lucha global contra el cambio climático; e iría en contra de lo que 85% de la población exige: usar más energías limpias. “En lugar de lograr sus metas, México incrementaría sus emisiones de gas efecto invernadero en más de 46%”.
- Violaría los tratados internacionales que firmó México; porque obligaría a los inversionistas a recurrir a paneles internacionales, como los del T-MEC; para proteger los 44 mil millones de dólares de inversión, que la reforma pondría en riesgo de “confiscación y expropiación indirecta”.