Fitch Ratings ratificó la calificación para la deuda de México en “BBB-”, con perspectiva estable; que le permite al país mantenerse en el último escalón del Grado de Inversión y, con ello, tener acceso al financiamiento en condiciones favorables y competitivas.
La calificadora internacional señaló que la “perspectiva estable” de la deuda nacional está “respaldada por el desempeño relativamente sólido de las finanzas publicas; a pesar de los de desafíos de mediano plazo.
Destacó que las finanzas del país mostraron un mejor desempeño que otras economías similares; con una relación entre la deuda pública y el PIB muy por debajo de naciones con una calificación similar.
A través de un comunicado, Fitch señaló que el avance en el proceso de vacunación contra el Civid-19, que a la fecha reporta 84% de la población con, al menos, una dosis, fue otro de los factores que permiten a Mexico mitigar los riesgos asociados a la pandemia.
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También consideró que la Ley de Ingresos de 2022, aprobada hace un par de semanas por el Congreso mexicano, ayudará a que los pequeños contribuyentes ingresen a la formalidad; lo cual abre la puerta a un eventual crecimiento de la base de contribuyentes.
“La economía de México tendrá un crecimiento de 5.9% del PIB en 2021 y 2.8% en 2022”.
— Fitch Ratings
Preocupa reforma eléctrica
La agencia calificadora advirtió que, a pesar de los avances mencionados, existe la posibilidad de que la calificación de la deuda mexicana retroceda; debido al impacto de las contrarreformas promovidas por el gobierno mexicano en materia de energía.
Alertó que, si las intervenciones poco ortodoxas que han caracterizado a la administración pública de México se generalizan, afectando negativamente las perspectivas de crecimiento, habría revisión a la calificación nacional.
En particular, Fitch advirtió que “si se aprueba, la reforma eléctrica -propuesta por el gobierno federal- dará lugar a una inversión insuficiente en el sector y a precios no competitivos de la electricidad; además de que debilitará la calidad regulatoria de México.
“La reforma resultará en mayores necesidades de inversión por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE); así como en mayores costos de generación, lo que podría aumentar la presión sobre las finanzas públicas”, puntualizó Fitch.