Especialistas y activistas consideraron que a dos años de que se implementó la Alerta por Violencia contra las Mujeres de la Ciudad de México los avances son insuficientes y es necesaria también una estrategia para combatir no sólo los delitos sexuales, sino también los feminicidios y la desaparición forzada.
La directora de Justicia Pro Persona, A.C., Ana Yeli Pérez Garrido, explicó que la alerta en la capital se decretó en 2019 por el alto número de delitos sexuales, por lo que este mecanismo es reducido a únicamente atender una sola problemática pese que los feminicidios suben.
Detalló que aun con la creación de la Fiscalía Especializada para la Investigación del Delito de Feminicidio, a cargo de Sayuri Herrera, es necesario que se fortalezca con mayor personal capacitado para dar avance a los expedientes, pues las víctimas buscan tener acceso a la justicia. Pérez consideró que se deben incluir otras medidas para fortalecer la seguridad e investigación de los casos, incluso que se puedan añadir las acciones que incluye la alerta de género a nivel federal, como la creación de una estrategia específica para detener los feminicidios y reportes especiales de cada zona de la capital, coordinación con órganos federales y presupuesto determinado para cada acción.
“Aún hay avances insuficientes, pero estamos trabajando un plan para que se puedan implementar estas medidas [de la alerta de género] con nivel estratégico contra la violencia feminicida y trata de personas, y estamos pidiendo que comencemos a trabajar los indicadores y que exista un compromiso público de que las medidas son parte del seguimiento a esta alerta de violencia”, expuso Pérez Garrido.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), al corte de octubre se han registrado en la Ciudad de México 45 feminicidios, principalmente en Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Iztapalapa, Tlalpan, Miguel Hidalgo y Milpa Alta.
La integrante del colectivo Aquelarre Feminista, Ana Elena Contreras, dijo que el movimiento feminista ha hecho que las mujeres denuncien más y no por la propia alerta de violencia, e incluso desde las Lunas, Ministerios Públicos y Fiscalía General de Justicia (FGJ) hace falta coordinación para darle seguimiento a las carpetas de investigación.
“Hay un avance significativo; sin embargo, el balance que se tiene que hacer es con relación al acceso a la justicia que tenemos las mujeres, pues sigue siendo deficiente sobre todo en los procesos donde no existen avances, donde tenemos que obligar a las autoridades para tener mesas de trabajo y tener avances”.
Reconoció que el Gobierno capitalino ha cumplido en creación de senderos seguros, campañas y unidades de atención, pero en la vida real de las mujeres aún no se erradica la violencia de género y falta mucho por hacer.
La integrante del colectivo Libres y Combativas y de la Coordinadora 8M, Carla Torres, expuso que los esfuerzos de las autoridades han resultado insuficientes en los datos y a nivel interinstitucional, ya que durante la pandemia se demostró que la violencia doméstica se incrementó drásticamente, al igual que los transfeminicidios.
“La alerta por violencia no ha parado toda la violencia que sufrimos. Aunque hay cifras positivas como el tema de que hay más de 7 mil agresores sexuales vinculados, la realidad es otra. Incluso desde nuestro colectivo conseguimos una sentencia histórica contra un violador de Iztapalapa, le dieron 81 años (...) nosotras somos las que estamos luchando incluso en la sentencia de Lesvy Osorio, por 52 años, y todo esto es por el movimiento de mujeres que cada año es más grande”.
Torres dijo que es un avance la reducción de los feminicidios, pero que la fiscalía en la materia tiene deficiencias y necesita medios materiales, incluso la Fiscalía de Delitos Sexuales no cuenta con peritos propios ni sicólogos.
Seguimiento denuncia
La jefa de carrera de Sociología de la FES Aragón de la UNAM, Georgina Cárdenas, señaló que las autoridades no sólo deben incentivar a que las mujeres denuncien, sino cambiar el modelo de seguimiento con la actual alerta.