Araceli Mondragón camina a la vanguardia de la marcha feminista por el 25 de noviembre, fecha en la que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, afirma que no está sola y que la voz de cada mujer debe hacer eco para acabar contra la violencia de género.
”Mi hija no está aquí, no se graduó, no cumplió muchos de sus sueños porque Juan le arrancó la vida, la mató y aunque el dolor no cesa, yo vengo aquí a decir que su muerte no quedará impune, que todos los días gritaré y lucharé porque se acabe está violencia que cada día nos silencia”, comenta la madre con voz cortada.
Entre aplausos y gritos de “¡se va a caer, se va a caer, el patriarcado se va a caer!” y “¡ni una más, ni una más, ni una asesinada más!”, Araceli Mondragón levanta la cartulina blanca en la que luce una fotografía de su hija Abigail Guerrero, quien fue asesinada en diciembre de 2016. ”No es solo por mi hija, no salimos a marchar para romper cosas como dicen, salimos porque queremos que nos escuchen, porque tenemos que levantar la voz ahora que estamos vivas, porque tenemos que luchar porque no haya más feminicidios, porque las niñas, mujeres, mamás, tías, abuelas estemos seguras y vivamos sin miedo”.