Las periodistas y fundadoras de la asociación civil “Yo También”, Katia D’Artigues y Bárbara Anderson, emprendieron la tarea de crear un diccionario para el uso periodístico que se enfoque en las personas que viven con alguna discapacidad, ya que existen términos que, aunque son de uso cotidiano, contienen una carga discriminatoria.
“Si no prestamos atención y cuidado a las palabras que usamos, que son nuestra materia de trabajo para comunicarnos a través de cualquier plataforma, corremos un riesgo importante del que a veces no somos conscientes: discriminamos y, con ello, reforzamos estereotipos nocivos para la sociedad a la que servimos”, explican en la introducción del documento.
Según datos de la ONU, las personas con discapacidad conforman alrededor de 15 por ciento de la población mundial, además de que cualquier ser humano puede integrarse a ese sector el día menos pensado. Asimismo, en los medios de comunicación cada vez más destacan las historias que hay detrás de ellos.
Sin embargo, existe el temor de los periodistas sobre cómo preguntarles sobre su discapacidad para no ofenderlos o usar términos incorrectos.
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“Las personas con discapacidad no son víctimas, no están enfermas, no padecen y no sufren una discapacidad. Viven con ella. Tampoco, yendo de un extremo a otro, son sólo fuente de contenido por sus retos: no son superhumanos que, como guerreros, libran batallas épicas”.
Por lo que usar términos “discapacitado”, “persona con capacidades diferentes” o “personas especiales” es incorrecto; lo adecuada es usa “persona con discapacidad”.
El diccionario contiene varios ejemplos de cabezas y sumarios que se usaron en medios de comunicación en noticias sobre discapacidad, pero que cayeron en alguna imprecisión o término inadecuado, como usar “débiles visuales”, cuando lo correcto sería “personas con baja visión”.
El documento también proporciona algunos consejos sobre cómo hacer coberturas periodísticas y generar contenidos para diversas plataformas de forma respetuosa.
“Se debe evitar el uso del término ‘normal’ para referirse a personas sin discapacidad. ¿Alguien sabe exactamente qué es ser normal? Por lo tanto, la mejor opción es usar una descripción neutra: personas sin discapacidad”.
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También se proporcionan algunos consejos de palabras “que te sacaran de apuros”, como accesibilidad, animal de servicio, enfermedades raras; en contraste, no se deberían de usar anormal, angelitos, afectado por, retardado, tartamudo, entre otras.
“Cada tipo de discapacidad tiene sus particularidades y requiere cierta preparación o anticipación en cuestiones prácticas, pero hay un punto común a todas: dirigirse siempre de manera directa a la persona que estamos entrevistando. Muchas veces, esa persona puede asistir a la entrevista con alguna compañía, un familiar o alguien de apoyo, pero nunca olvides que es a tus fuentes a las que siempre debes dirigir tus preguntas”.