La presencia de coágulos en la sangre como efecto secundario, sobre todo de la aplicación de la vacuna de AstraZeneca contra Covid-19, ya tiene una explicación, según un equipo de científicos británicos y estadounidenses que publicaron una investigación en la revista médica Sciences Advances.
Su generación es producto del transporte del material genético del SARS-Cov-2 a través del adenovirus del preparado anti Covid y su choque con una proteína que se encuentra en la sangre del cuerpo humano, el factor plaquetario 4 (PF4).
Los casos de coágulos en personas vacunadas, sobre todo jóvenes menores de 50 años, condujeron hace algunos meses a varios países a restringir el uso de la vacuna de AstraZeneca e, incluso, sustituir la segunda dosis por una de Pfizer o Moderna.
La trombocitopenia trombótica inmunitaria, el nombre médico del padecimiento, se presenta en una baja proporción entre las personas vacunadas y la rareza de esta condición puede ser revertida mediante la reformulación de la vacuna, aseguraron los expertos.
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“Esperamos que nuestros hallazgos se puedan utilizar para comprender mejor los efectos secundarios raros de estas nuevas vacunas y potencialmente para diseñar vacunas nuevas y mejoradas a fin de cambiar el rumbo de esta pandemia”.
La compañía no descartó realizar ajustes, pues también participó en el estudio y se encuentra en la exploración de posibles mejoras para su dosis anti Covid.