La conclusión de 16 años de Angela Merkel al frente del gobierno alemán puso sobre la mesa cómo funciona el sistema político de Alemania, donde el socialdemócrata, Olaf Sholz, asumió formalmente el cargo de canciller tras las elecciones parlamentarias y el acuerdo entre los socialdemócratas, los verdes y los liberales en el pasado mes de diciembre. Mientras tanto, se mantuvo en la presidencia del país Frank-Walter Steinmeier.
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La política del país europeo se organiza bajo un sistema de democracia parlamentaria, en el cual el pueblo elige a los 736 representantes del Bundestag, es decir, el Parlamento Federal Alemán en el que recae la decisión de votar quién debe ser canciller del país luego de la celebración de elecciones.
Las fuerzas políticas con más escaños tienen mayor poder en la decisión o la negociación con otros partidos; sin embargo, cuando alguna obtiene los dos tercios de la Cámara Baja, decide individualmente a alguien de su partido para regir la política del país.
Por su parte, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, es elegido por la Asamblea Federal de Alemania, que tiene a diputados del Bundestag y los parlamentos de los estados, aunque su figura es solo representativa y no tiene la encomienda de ejecutar en el quehacer político, como le corresponde a Olaf Scholz.
De esta forma, la actuación política recae en el cargo de canciller para la implementación de políticas en los diferentes ámbitos de la vida pública.
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La asunción del cargo por parte de Scholz, a su llegada al poder alemán, puso como su principal desafío el combate a la cuarta ola de Covid-19 en Alemania y el cumplimiento de la exigencia de la sociedad alemana sobre una mayor rigurosidad en la defensa del medio ambiente.
