MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El ministro de Exteriores de México, Marcelo Ebrard, ha pedido este miércoles a Estados Unidos que no devuelva a solicitantes de asilo en condiciones de vulnerabilidad, que sean menores de edad, mujeres embarazadas y aquellos que no estén vacunados contra la COVID-19.
«¿Qué pidió México? Que haya apoyo de organismos internacionales para asistir a estas personas y que las personas estén vacunadas, que no sean personas en situación vulnerable por ejemplo mujeres embarazadas, menores de edad, etcétera, eso es lo que pidió México», ha dicho Ebrand.
El Gobierno mexicano argumenta que Estados Unidos ha implementado, desde marzo de 2020, el retorno de personas que alegaban cruzar por razones sanitarias. Las cifras en el marco del programa ‘Remain in Mexico’, según argumentan las autoridades mexicanas, se han mantenido entre 1.500 y 2.000 personas al día, un tercio de ellos mexicanos, según recoge el diario ‘Milenio’.
«Alrededor del 10 por ciento de ese flujo son personas que desean solicitar asilo. Lo que se está planteando es que les proporcione una cita en el juzgado para que presenten su caso. Hoy los regresan a México merced al título 42 (medida utilizada para determinar si los inmigrantes pueden cruzar la frontera), pero con este programa sí tendrían derecho a ser recibidos en Estados Unidos», ha dicho.
Sobre la repatriación, Ebrand ha negado esta posibilidad: «La política de México ha sido otorgar refugio y facilitar la permanencia en el país».
El programa para migrantes ‘Quédate en México’ –‘Remain in Mexico’– ha sido calificado por la ONG Human Rights Watch (HRW) como una «aberración». A primeros de diciembre, HRW argumentó que había «pocas razones para creer que las agencias gubernamentales responsables de implementar el plan puedan hacerlo de un modo que respete los Derechos Humanos».
Los gobiernos de Estados Unidos y de México anunciaron que, a partir del 6 de diciembre, empezarían a inscribir a solicitantes de asilo en ‘Quédate en México’, incluyendo a personas que no hablan español, como haitianos, brasileños y personas indígenas, y que los enviarían a siete ciudades en la frontera mexicana para que esperaran allí el resultado de sus solicitudes.
El programa no tiene en cuenta que «muchos de aquellos enviados a México como parte de la iniciativa han sido blancos sistemáticos de violencia por organizaciones delictivas y, a veces, por policías y agentes migratorios mexicanos», lamentó por aquel entonces HRW.
Si bien Washington afirma que mejorará el proceso de identificar solicitantes con vulnerabilidades para evitar que sean enviados a México, esto seguirá dependiendo de que agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza los remitan a una entrevista con un funcionario de asilo.