MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Más del 60 por ciento de los votantes británicos creen que el Brexit ha ido mal o peor de lo esperado cuando se cumple un año de la salida formal de Reino Unido de la UE.
Además, el 42 por ciento de las personas que votaron a favor del Brexit en el referéndum de 2016 tienen una opinión negativa de cómo se ha desarrollado el proceso de salida y sus consecuencias posteriores, según el estudio publicado este domingo por ‘The Observer’ y elaborado por Opinium.
El 26 por ciento de quienes apoyaron el Brexit creen que ha ido peor de lo esperado y el 16 por ciento, afirman que creían que el Brexit saldría mal y consideran que se ha demostrado.
Entre los votantes favorables a continuar en la UE, el 86 por ciento creen que el Brexit ha ido mal o peor de lo esperado y solo el 14 por ciento creen que ha ido mejor de lo esperado.
Uno de los responsables de la encuesta en Opinium, Adam Drummond, ha destacado que lo más sorprendente es que los partidarios del Brexit sean ahora más críticos que antes sobre sus beneficios. «Durante gran parte del proceso del Brexit siempre que planteabas una pregunta sobre si el Brexit era bueno o malo, todos los partidarios de seguir en la UE decían ‘malo’ y todos los partidarios del Brexit decían ‘bueno'», ha explicado.
«Ahora vemos que hay una minoría importante de partidarios del Brexit que dice que las cosas están yendo mal o al menos peor de lo que esperaban. Mientras que el 59 por ciento de los partidarios de seguir en la UE dicen ‘creía que iría mal y creo que ha ido mal’, el 17 por ciento de los partidarios del Brexit dicen ‘creía que iría bien y creo que ha ido bien'», ha argumentado.
«Solo el 7 por ciento de los partidarios de seguir en la UE creen que el Brexit ha ido mejor de los esperado, frente al 26 por ciento que lo piensan entre los partidarios del Brexit. Así que en lugar de dos bloques uniformes y contrarios, tenemos un bloque unido de partidarios de seguir en la UE y un bloque de partidarios del Brexit más dividido», ha explicado.
El próximo 1 de enero entrarán en vigor los controles y declaraciones aduaneras completos, como estaba previsto, con lo que se incrementará la burocracia y los costes para el comercio entre la UE y Reino Unido.