Apunta que se enmarca en un caso de «terrorismo» vinculado a la entrega de documentos oficiales
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Túnez ha defendido la detención del exministro de Justicia de Túnez Nurredín Bhiri, uno de los principales altos cargos del partido islamista Ennahda, y ha apuntado a que se enmarca en un caso de supuesto terrorismo.
El ministro del Interior tunecino, Taufik Charfedín, ha resaltado que Bhiri fue detenido «en el marco de la ley» y tras unas investigaciones sobre la entrega ilegal de pasaportes, certificados de nacionalidad y documentos de identidad, según ha recogido la agencia estatal tunecina de noticias, TAP.
«Hay fuertes sospechas de naturaleza terroristas relativas a la entrega de certificados de nacionalidad y pasaportes a personas sospechosas», ha indicado, tal y como ha informado la emisora tunecina Mosaique FM. «Hay certificados de nacionalidad entregados de forma sospechosa e ilegal», ha dicho.
Así, ha manifestado que el caso deriva de la entrega de dos pasaportes por parte de la Embajada tunecina en Viena en 1982 y 1948, mientras que otras personas obtuvieron certificados de nacimientos emitidos después de que se obtuviera el documento de nacionalidad.
Charfedín ha apuntado que Bhiri habría obtenido el documento de nacionalidad para una niña de padres sirios y ha subrayado que hay sospechas de terrorismo en el caso, sin dar más detalles.
Por otra parte, ha rechazado las críticas contra las fuerzas de seguridad y ha destacado que Bhiri pudo ser trasladado a un hospital militar, lo que rechazó. Previamente, había advertido contra implicar a las fuerzas de seguridad en «disputas políticas» y dijo que habrá «tolerancia cero» con estos casos.
Bhiri fue ingresado el domingo en un hospital de Bizerta a causa de un deterioro de su estado de salud tras su detención. Fuentes del partido islamista señalaron en declaraciones a Europa Press que el estado de salud del político es «crítico».
En este sentido, apuntaron que el exministro ha iniciado una huelga de hambre y ha rechazado tomar sus medicinas para protestar contra la «violación» de sus Derechos Humanos y lograr su liberación, al tiempo que exige que se tomen medidas contra los responsables de su arresto.
Ennahda ha denunciado que el político fue «secuestrado» y trasladado «a paradero desconocido», mientras que el líder del partido, Rachid Ghanuchi, reclamó al presidente, Kais Saied, que Bhiri –detenido junto a Fazi Baldi, un antiguo miembro del Ministerio del Interior– sea liberado.
«Recordamos nuestro comunicado previo rechazando y condenando las medidas ilegales adoptadas contra él y otros parlamentarios», dijo Ghanuchi, quien era presidente del Parlamento hasta que Saied decidió en julio suspenderlo y disolver el Gobierno, asumiendo así todas las competencias.
Desde que Saied anunciara su decisión de arrogarse todas las competencias, algo criticado por Ennahda y otros partidos políticos, varios parlamentarios han sido detenidos en el país, dado que la suspensión del Parlamento llevó ligada la retirada de su inmunidad.
El mandatario anunció el 13 de diciembre una prórroga de la suspensión del Parlamento hasta que se celebren elecciones, que convocó para el 17 de diciembre de 2022, en el marco de un proceso que incluirá un referéndum constitucional el 25 de julio del año que viene.
La Constitución tunecina de 2014 solo permite suspender el Parlamento durante 30 días, un plazo ampliamente superado, si bien Saied afirmó recientemente que dicha Carta Magna «no tiene legitimidad», lo que ha sido criticado por varios partidos, incluido Ennahda, que dominaba la mayoría de los escaños en el órgano legislativo.