Un tribunal de Túnez apunta a presuntos «delitos electorales» por parte de cerca de 20 políticos
MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Túnez ha anunciado la apertura de casos contra cerca de 20 personas por presuntos «delitos electorales», entre ellos Rachid Ghanuchi, líder del partido islamista Ennahda y presidente del Parlamento suspendido en julio por el presidente tunecino, Kais Saied.
Un tribunal de Túnez ha confirmado haber recibido los casos tras una petición de la Fiscalía y ha detallado que entre los investigados está también el magnate Nabil Karui, líder de Qalb Tunes –el segundo partido con más escaños en el Parlamento– y quien se enfrentó en segunda vuelta a Saied en las últimas presidenciales.
El magnate fue detenido durante la campaña electoral por supuesto blanqueo y evasión de impuestos y liberado poco antes de la votación, en lo que sus partidarios denunciaron como un intento de silenciarle por sus críticas al Gobierno y su aspiración de acceder a la Presidencia.
Entre los investigados figuran también Yusef Chahed, quien fue primer ministro entre agosto de 2016 y febrero de 2020, y Hamadi Yebali, quien fue primer ministro entre 2011 y 2013, además de haber sido secretario general de Ennahda.
Asimismo, en la lista figuran los también ex primeros ministros Mehdi Yomaa y Elías Fajfaj y el expresidente Moncef Marzuki, condenado en diciembre a cuatro años de prisión por «poner en peligro la seguridad del Estado» tras mostrarse crítico con Saied desde que se arrogara en julio todas las competencias tras disolver el Gobierno y suspender el Parlamento.
Otro de los nombres destacados es el de Abdelkrim Zbidi, quien fue ministro de Salud bajo el régimen de Zine el Abidine ben Alí y quien asumió la cartera de Defensa entre septiembre de 2017 y octubre de 2019, según ha recogido la agencia estatal tunecina de noticias, TAP.
El tribunal ha señalado que todas estas personas serán juzgadas por la supuesta publicación de propaganda electoral durante la jornada de reflexión durante las últimas elecciones, en medio del aumento de las denuncias sobre la represión política contra los opositores a Saied.
Entre los casos más destacados está el del exministro de Justicia de Túnez Nurredín Bhiri, uno de los principales altos cargos de Ennahda, quien fue detenido la semana pasada y quien se encuentra hospitalizado en estado «crítico», según su familia y la formación islamista.
Saida Akremi, esposa de Bhiri, aseguró el martes en declaraciones concedidas a la cadena de televisión francesa France 24 que el político se encuentra «entre la vida y la muerte», al tiempo que tildó su detención como un «secuestro» e hizo «responsable» a Saied de su situación.
«Mi marido fue secuestrado y sigue secuestrado ilegalmente, dado que le considero desaparecido porque no tengo información alguna sobre su estado», afirmó la esposa de Bhiri, de 63 años y vicepresidente de Ennahda. La propia Akremi realizó el miércoles una sentada en el hospital de Bizerta en el que está ingresado su esposo.
SAIED DA GARANTÍAS SOBRE BHIRI
El ministro del Interior tunecino, Taufik Charfedín, resaltó el lunes que Bhiri fue detenido «en el marco de la ley» y tras unas investigaciones sobre la entrega ilegal de pasaportes, certificados de nacionalidad y documentos de identidad. «Hay fuertes sospechas de naturaleza terroristas relativas a la entrega de certificados de nacionalidad y pasaportes a personas sospechosas», indicó.
Por su parte, Saied hizo hincapié el miércoles en que se dará a Bhiri toda la atención médica que necesite, después de que el político iniciara una huelga de hambre para protestar por su detención, según ha recogido la emisora tunecina Mosaique FM. «La justicia está garantizada para todos, sin tener en cuenta la posición o fortuna de cada uno», reseñó.
Desde que Saied anunciara su decisión de arrogarse todas las competencias, algo criticado por Ennahda y otros partidos políticos, varios parlamentarios han sido detenidos en el país, dado que la suspensión del Parlamento llevó ligada la retirada de su inmunidad.
El mandatario anunció el 13 de diciembre una prórroga de la suspensión del Parlamento hasta que se celebren elecciones, que convocó para el 17 de diciembre de 2022, en el marco de un proceso que incluirá un referéndum constitucional el 25 de julio del año que viene.
Durante la jornada del martes, el principal sindicato de Túnez, la Unión General de Trabajadores de Túnez (UGTT), criticó a Saied por su ‘hoja de ruta’. «Consideramos que poner una fecha a las elecciones, a pesar de las reservas, es un paso esencial que pone fin a la situación excepcional, si bien no rompe con el mandato individualista y la exclusión», explicó la UGTT, que cargó contra Saied por aprobar este plan «sin tener en cuenta a los componentes de la sociedad tunecina».
En este sentido, el sindicato, que en 2015 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, lamentó igualmente «la ambigüedad de los mecanismos, la ausencia de medios de supervisión y los peligros de interferencia en el proceso para afectar sus resultados».
La Constitución tunecina de 2014 solo permite suspender el Parlamento durante 30 días, un plazo ampliamente superado, si bien Saied afirmó recientemente que dicha Carta Magna «no tiene legitimidad», lo que ha sido criticado por varios partidos, incluido Ennahda, que dominaba la mayoría de los escaños en el órgano legislativo.