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Ciencia.-Fósiles excepcionales de una Australia verde en un nuevo yacimiento

MADRID, 7 (EUROPA PRESS)

Un nuevo e importante yacimiento de fósiles en Nueva Gales del Sur (Australia), contiene magníficos ejemplos de animales y plantas fosilizados de la época del Mioceno.

Según publican sus descubridores en Science Advances, el nuevo yacimiento fósil (denominado McGraths Flat), situado en Central Tablelands, cerca de la ciudad de Gulgong, representa uno de los pocos yacimientos fósiles de Australia que pueden clasificarse como «Lagerstätte», es decir, un yacimiento que contiene fósiles de calidad excepcional.

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Durante los últimos tres años, un equipo de investigadores, dirigido por el doctor Matthew McCurry, paleontólogo del Museo Australiano (AM) y de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW), y el doctor Michael Frese, de la Universidad de Canberra, ha excavado en secreto el yacimiento y ha descubierto miles de especímenes, como plantas de la selva, insectos, arañas, peces y una pluma de ave.

McCurry explica que los fósiles se formaron hace entre 11 y 16 millones de años y son importantes para entender la historia del continente australiano.

«Los fósiles que hemos encontrado demuestran que la zona fue en su día un bosque húmedo templado y muy húmedo y que la vida era rica y abundante aquí, en las Central Flats de Nueva Gales del Sur –añade en un comunicado–. Muchos de los fósiles que estamos encontrando son nuevos para la ciencia e incluyen arañas de trampilla, cigarras gigantes, avispas y una variedad de peces».

Según recuerda, «hasta ahora ha sido difícil saber cómo eran estos antiguos ecosistemas, pero el nivel de conservación de este nuevo yacimiento fósil significa que incluso pequeños organismos frágiles como los insectos se convirtieron en fósiles bien conservados».


El profesor asociado Michael Frese, que tomó imágenes de los fósiles utilizando microfotografía de apilamiento y un microscopio electrónico de barrido (SEM), subraya que los fósiles de McGraths Flat muestran una conservación increíblemente detallada.

«Mediante la microscopía electrónica, puedo obtener imágenes de células individuales de plantas y animales y, a veces, incluso de estructuras subcelulares muy pequeñas», apunta.

«Los fósiles también conservan pruebas de las interacciones entre especies –prosigue–. Por ejemplo, tenemos contenidos estomacales de peces conservados, lo que significa que podemos averiguar qué comían.

También hemos encontrado ejemplos de polen conservado en los cuerpos de los insectos, por lo que podemos saber qué especies polinizaban qué plantas».

«El descubrimiento de los melanosomas (orgánulos subcelulares que almacenan el pigmento melanina) nos permite reconstruir el patrón de color de las aves y los peces que vivieron en McGraths Flat.

Curiosamente, el color en sí no se conserva, pero al comparar el tamaño, la forma y el patrón de apilamiento de los melanosomas de nuestros fósiles con los de los especímenes existentes, a menudo podemos reconstruir el color y/o los patrones de color», explica Frese.


Los fósiles se encontraron en una roca rica en hierro llamada ‘goethita’, que no suele considerarse una fuente de fósiles excepcionales.

«Creemos que el proceso que convirtió a estos organismos en fósiles es la clave para que se conserven tan bien. Nuestros análisis sugieren que los fósiles se formaron cuando las aguas subterráneas ricas en hierro desembocaron en un pozo, y que una precipitación de minerales de hierro encajó los organismos que vivían en el agua o cayeron en ella», añade McCurry.

Según explica, las plantas y animales fosilizados son similares a los que se encuentran en los bosques tropicales del norte de Australia, pero que había indicios de que el ecosistema de McGraths Flat estaba empezando a secarse.

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«El polen que encontramos en el sedimento sugiere que podría haber habido hábitats más secos alrededor de la selva tropical más húmeda, lo que indica un cambio a condiciones más secas», resalta McCurry.

El Director Ejecutivo de Ciencia del Real Jardín Botánico de Victoria, el profesor David Cantrill, apunta que la variedad de fósiles conservados, junto con una extraordinaria fidelidad de preservación, permite obtener una visión sin precedentes de una época importante del pasado de Australia, una época en la que los ecosistemas mésicos aún dominaban el continente.

«Los fósiles vegetales de McGraths Flat nos ofrecen una ventana a la vegetación y los ecosistemas de un mundo más cálido, que probablemente experimentaremos en el futuro.

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La conservación de los fósiles de plantas es única y proporciona una visión importante de un período de tiempo para el que el registro fósil en Australia es bastante pobre», añade Cantrill.

Por su parte, el científico jefe del Museo Australiano y director del Instituto de Investigación del AM, el profesor Kristofer Helgen, señala que el yacimiento fósil da vida a una imagen del interior de Australia que ahora apenas podemos creer que existió.

«Australia es el continente más singular desde el punto de vista biológico, y este yacimiento es extremadamente valioso por lo que nos dice sobre la historia evolutiva de esta parte del mundo. Proporciona más pruebas de los cambios climáticos y ayuda a llenar las lagunas en nuestro conocimiento de esa época y región», subraya Helgen.

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«El AM tiene una rica historia de expediciones e investigaciones científicas, y nos encanta que el público esté siempre fascinado por estos esfuerzos humanos fundamentales de exploración y descubrimiento», añade.

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