Su dueña, Lisa Kite, de 58 años, empezó a enseñar a su adorable perra Ivy, un pastor australiano de nueve años, a pintar cuando acababa de cumplir los dos años, después de darse cuenta de que aprendía facilmente nuevas técnicas.
Ivy lleva siete años pintando, y Lisa fue la encargada de enseñarle a la adorable cachorra a coger un pincel y pintar sobre el lienzo en blanco. Sus cuadros tienen distintos nombres, desde “Merengue” hasta “Gato de la selva”, y los precios varían; su obra más cara se vende por 10 mil pesos.
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Además, el perro tiene su propio perfil en redes sociales, donde reúne más de 20 milseguidores. Todo una proeza que ha dejado impactados a los usuarios de Instagram.