Agentes de la Policía española han puesto en la mañana de este jueves a disposición de la autoridad judicial, tras ser extraditado desde Argentina, al joven que presuntamente quitó la vida a un varón en su domicilio de Carabanchel (Madrid) en febrero de 2018 tras citarse ambos a través de una aplicación de internet.
La investigación, llevada a cabo por el Grupo V de Homicidios apoyada por la Brigada de Policía Científica, consiguió determinar la identidad del autor de los hechos, si bien el joven se había fugado a su país natal Argentina, según ha informado la Policía Nacional.
Tras distintos análisis de las redes sociales, los investigadores detectaron que frecuentaba habitualmente una cafetería en la ciudad de San Miguel de Tucumán (Argentina), colaborando la policía de tal país en su detención.
La investigación policial determinó que el arrestado y la víctima se habían conocido el día de los hechos a través de la aplicación de citas homosexuales ‘Grindr’.
Todo ocurrió el 25 de febrero de 2018 cuando un amigo de la víctima alertó a la Policía de que le había encontrado muerto, desnudo y con varias puñaladas en su casa, situada en la calle Alejandro Sánchez de Madrid. Debido al grado de preocupación del amigo, había contratado a un cerrajero para entrar en su casa, ya que llevaba dos días sin responderle y se temía lo peor, como así ocurrió.
La víctima, Najuzaith Z.D., puertorriqueño de 35 años, tenía más de 40 puñaladas por todo el cuerpo, una de ellas mortal en el cuello. Entonces, el Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional comenzó una investigación por las redes sociales del fallecido y comprobó que había quedado con una persona, que al día siguiente había tomado un avión destino Perú, por lo que se convirtió en el principal sospechoso.
Las indagaciones policiales, con el hallazgo de AND, llevaron a Julián O., un hombre de 26 años cuando ocurrieron los hechos. No había variado casi en nada su aspecto físico, que era similar al de su ficha policial.
Los agentes consideran que durante estos más de tres años y medio se ha escondido en varios países y varias casas. Además, no le constaban registros bancarios ni datos en la Seguridad Social.