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El Papa pide a los fieles que busquen los signos que Dios ha realizado en su vida: “Signos para mostrarnos que nos ama”

MADRID, 16 (EUROPA PRESS)

El Papa Francisco ha propuesto a los fieles «un ejercicio» que puede hacer «mucho bien», el de buscar entre sus recuerdos en busca de los signos que Dios ha realizado en su vida.

«¿En mi vida, qué signos ha realizado el Señor? ¿Qué signo de su presencia? Signos que ha hecho para mostrarnos que nos ama. Pensemos en aquel momento difícil en el que Dios me hizo experimentar su amor», ha señalado este domingo el Pontífice durante el rezo del Ángelus.

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En la misma línea, Francisco se ha preguntado: «¿Con qué signos, discretos y premurosos, me ha hecho sentir su ternura? ¿Cuándo sentí más cerca al Señor, cuánto sentí más su ternura, su compasión? Cada uno de nosotros en la historia tiene estos momentos. Vayamos a buscar esos signos, hagamos memoria».

«¿Cómo he descubierto su cercanía? ¿Cómo en mí ha quedado en el corazón una gran alegría? Revivamos los momentos en los que hemos experimentado su presencia y la intercesión de María», ha proseguido.

A la hora del Ángelus dominical, el Papa Francisco ha comentado el conocido episodio de las bodas de Caná, en que Jesús realizó el primer signo con el «manifestó su gloria» para que creyeran en él, y ha recordado: «Dios nos quiere felices».

Al comentar el Evangelio propuesto por la liturgia de este domingo – que narra el episodio de las bodas de Caná – el Papa Francisco, antes de rezar el Ángelus con los fieles y peregrinos que se dieron cita en una soleada Plaza de San Pedro, explicó que Jesús, con aquel primer signo, «manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él».


El Santo Padre ha puesto de manifiesto que el evangelista «no habla de milagro», o sea «de un hecho potente y extraordinario que genera maravilla». En efecto, Francisco ha dicho que Juan relata que en Caná «tuvo lugar un signo, un signo que suscita la fe de los discípulos».

El Papa ha precisado que lo que ocurrió en las bodas de Caná «no fue una curación extraordinaria o un prodigio en el templo de Jerusalén, sino un gesto que respondió a una necesidad sencilla y concreta de la gente común, un gesto doméstico, un milagro en punta de pie, discreto, silencioso».

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