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El revés judicial de Djokovic también golpea al tenis

Novak Djokovic (centro) sale de un centro de detención para acudir a una audiencia en la oficina de sus abogados en Melbourne, Australia, el domingo 16 de enero de 2022. (James Ross/AAP vía AP) Novak Djokovic (centro) sale de un centro de detención para acudir a una audiencia en la oficina de sus abogados en Melbourne, Australia, el domingo 16 de enero de 2022. (James Ross/AAP vía AP) (James Ross/AP)

El revés judicial de Novak Djokovic también es un revés para el Abierto de Australia, un revés para los fanáticos del tenis y un revés para el deporte en sentido general.

Dejando de lado, por un momento, todo lo que llevó a su deportación de Australia el domingo — un inconcebible motivo para cualquier deportista se pierda una competición — quién no hubiera querido ver al jugador que dominó los Grand Slams en 2021 y luchando en lo que hubiera sido un histórico título para iniciar 2022.

Poco habituado a perder en los grandes escenarios, especialmente recientemente, el serbio podría haber ido por su décimo trofeo en Melbourne Park, superando su propio récord. Así como alcanzar un 21er título en un major, quebrando el récord que comparte con Rafael Nadal (quien está en Australia) y Roger Federer (ausente por una cirugía de rodilla).

En cambio, cuando el torneo inicie el lunes Nadal, campeón de 2009, ha quedado como el único excampeón de Australia dentro del cuadro de 28 jugadores.

Menos de 18 horas antes de que inicie el torneo, un panel de tres jueces ratificó unánimente el derecho del ministro de inmigración de cancelar la visa de Djokovic, con lo que desestimó su último esfuerzo para jugar, el fin de lo que la Gira de la ATP resumió como una “una lamentable serie de eventos”.

Y pensar que se podría haber evitado la saga de 11 días con Djokovic vacunándose contra el COVID-19 — como el 95% de los mejores 100 tenistas femeninos y masculinos en sus respectivos escalafones — o como con la menos otros dos jugadores que no se inocularon y quedaron fuera, y hubiera aceptado que no podía asistir al Abierto de Australia.

La vacuna era un requisito para todos los que acudan al torneo: jugadores, entrenadores y otros integrantes, aficionados, prensa y cualquiera que esté en el lugar.

Djokovic buscó — e inicialmente recibió — una dispensa médica, asegurando que dio positivo por COVID-19 en diciembre. Al final, se vio obligado a dejar Australia debido a que lo veían como una persona que podría provocar un sentimiento anti-vacunas en el país, y que como muchos otros, ha visto un incremento de casos de ómicron.

Esta es la razón por la que generó tanta atención.

Lo que suceda posteriormente con Djokovic será fascinante de seguir, debido a que hay tanta incertidumbre, al menos en parte debido a que no ha enfrentado o hablado con la prensa desde que llegó a Melbourne el 5 de enero.

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