El incremento en la demanda y realización de pruebas Covid-19 puso en entredicho la eficacia de los test de antígeno, pues pueden arrojar un “falso negativo”, aunque su principal ventaja es la rapidez del resultado o su bajo precio.
La cuarta ola de la pandemia obligó a que tanto los gobiernos del país como centros particulares aumentaran la disposición de los test rápidos, los cuales son útiles para detectar un contagio de SARS-CoV-2 cuando existe una mayor carga viral.
Si una persona con sospecha de contagio de Covid se practica la prueba cuando apenas son perceptibles los primeros síntomas, la posibilidad de un resultado inexacto es mayor, debido a que la concentración del virus aún es baja.
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En cambio, alguien con síntomas y un cuadro infeccioso avanzado del SARS-CoV-2, si se somete a una prueba rápida, al tener una carga viral alta, eleva la probabilidad de obtener un resultado positivo, pese a las críticas sobre el funcionamiento de dichos test.
Por lo tanto, aquellos que resultaron negativos y continúan con síntomas no deben descuidar un posible contagio y dar por sentado dicho resultado. Lo recomendable es que se practiquen la prueba nuevamente para descartar o confirmar la infección.
Las pruebas rápidas constan de dos indicadores, C (control) y T (test). Cuando se marcan ambas líneas--donde la T es la carga viral-- tras el contacto con el fluido nasal obtenido a través de un hisopo, significa que el sospechoso es positivo a Covid-19.
La diferencia entre la variante ómicron y las versiones anteriores es que los síntomas se manifiestan hasta en tres días, es decir, la concentración del virus y un resultado positivo es obtenido en un menor lapso de tiempo con la versión más reciente del SARS-CoV-2,
¿Cómo se aplica la prueba de antígeno?
La prueba de antígeno se realiza a través de un hisopo que se ingresa a las fosas nasales con el objetivo de encontrar la proteína “spike” del virus.
Su precio oscila entre los 200 y 350 pesos en centros de realización de pruebas privados y también son ofrecidas gobiernos, como el de la CDMX, y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).