El ministro del Interior ordena a la Policía de Kabul que no lance operaciones sin consultar previamente
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de Afganistán, Mohamad Hasán Ajund, ha hecho este miércoles un llamamiento a los países musulmanes para que sean los primeros en reconocer el Emirato Islámico reinstaurado por los talibán tras hacerse con el poder en el país en agosto de 2021.
Ajund, que ha participado en una conferencia económica en la capital, Kabul, ha pedido a los países musulmanes que «no esperen a otros» y anuncien su reconocimiento, según ha recogido la cadena de televisión afgana Tolo TV.
El primer ministro instaurado por los talibán ha hecho además hincapié en que el resto de países y la comunidad internacional deben reconocer a las nuevas autoridades, algo que hasta ahora no ha hecho ningún país.
La conferencia económica ha sido convocada en un momento en el que el país se está sumiendo en una cada vez más profunda crisis humanitaria que ha hecho saltar las alarmas a nivel internacional, dada la dependencia de la ayuda internacional de Kabul.
En este sentido, el vice primer ministro afgano, Abdulsalam Hanafi, ha resaltado que durante las dos décadas tras la invasión estadounidense el 75 por ciento de los recursos del país dependían de la ayuda internacional, antes de agregar que esto «generó corrupción», tal y como ha informado la cadena 1TV.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, afirmó la semana pasada que «las operaciones humanitarias necesitan desesperadamente más dinero y más flexibilidad» y añadió que «las heladoras temperaturas y los fondos congelados son una combinación letal para el pueblo de Afganistán».
«Las normas y condiciones que evitan que el dinero sea usado para salvar vidas y la economía deben ser suspendidas en esta situación de emergencia», arguyó, antes de defender que «se debe permitir financiación internacional para pagar los salarios de los funcionarios y ayudar a las instituciones afganas a dar atención sanitaria, educación y otros servicios vitales».
Los talibán han reclamado la creación de un mecanismo de coordinación para el reparto de la ayuda, si bien siguen en pie sanciones impuestas por Estados Unidos y la congelación de fondos del Banco Central, y la comunidad internacional recela de la posibilidad de que los fondos sean desviados por el grupo fundamentalista.
Por otra parte, el ministro del Interior afgano, Sirajudín Haqqani, ha ordenado a la Policía de Kabul que no lance operaciones, lleve a cabo redadas en viviendas o detenga a sospechosos sin consultar previamente, tal y como ha recogido Tolo TV.
«Cuando se reciba un informe sobre que alguien ha cometido un acto ilegal, informadme sobre qué hacer con esta persona. En mi ausencia, contactad con el viceministro del Ministerio del Interior», ha dicho Haqqani, quien ha pedido además la liberación de los detenidos que no hayan cometido crímenes.
«Sólo tienen permiso para tomar pasos (sin consultar previamente con la cúpula del Ministerio del Interior) en situaciones de emergencia», ha manifestado, al tiempo que ha pedido nuevamente que se respete la amnistía general anunciada en agosto por el líder de los talibán, el mulá Hebatulá Ajundzada.
El propio Ajundzada pidió a finales de diciembre a los combatientes talibán que «respeten la amnistía» que decretó tras la toma del poder de los insurgentes en agosto, en medio de las denuncias sobre la ejecución de antiguos funcionarios y miembros de las fuerzas de seguridad en el país.
Tras la restauración del Emirato Islámico de Afganistán, las autoridades emitieron una amnistía general para todos los miembros del antiguo Gobierno de Ashraf Ghani, quien huyó del país ante el avance de los talibán hacia la capital, Kabul, que finalmente cayó en sus manos a mediados de agosto.
A pesar de ello, han sido denunciados asesinatos y ejecuciones sumarias de estas personas y, si bien los talibán han negado cualquier responsabilidad, diversas organizaciones no gubernamentales han publicado informes documentando estos abusos y violaciones.