La cuarta ola de Covid-19 por la variante ómicron volvió a agravar los problemas de salud mental en México. La ansiedad, el estrés, la depresión y el nerviosismo crecieron ante la incertidumbre de la emergencia sanitaria, aunque desde 2020 tuvieron uno de sus peores registros en décadas.
Factores como las jornadas diarias con infecciones récord, la información de casos cercanos, el temor a la aparición de nuevas variantes y el trastocamiento de la actividad social y económica, provocaron un “estado de amenaza” constante y un nuevo desgaste emocional en el inicio de este 2022.
Según Melisa Chávez, psicóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y coordinadora de proyectos especiales, muchas personas se encuentran sumidas en la “visión de túnel”, es decir, solo aprecian las consecuencias de la pandemia e ignoran todo lo demás.
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“El riesgo es que nuestra atención se focalice únicamente en la pandemia y en la amenaza que nos representa. Si nos colocamos en ese escenario es muy probable que sucumbamos al miedo y soslayemos el entorno”.
Para evitar caer en estados emocionales negativos, que alimenten la depresión o la ansiedad, Chávez recomienda evitar una relación permanente con la información relacionada a la pandemia de Covid-19 y encontrar espacios de ocio y recreación de aquellas cosas que gustan.
“Es preciso seguir en esta ruta de cuidarnos, y el cuidado propio incluye atender tanto lo físico como lo mental”.
Las claves
-Dejar de seguir noticias sobre la pandemia todo el tiempo.
-Mirar series, otros programas de TV o leer para distraer la mente.
-Realizar actividades que gusten.
-Aprender a ignorar y elegir noticias que no sean fake news.