MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
La opción de Silvio Berlusconi como futuro presidente de Italia parece cada vez más lejana en vista de la oposición frontal que ha suscitado la mera sugerencia de su candidatura y de la falta de nuevos movimientos en el seno del centro-derecha, hasta el punto de que el ex primer ministro ha cancelado un viaje a Roma.
Estaba previsto que Berlusconi se desplazase a la capital para una reunión de los partidos conservadores, pero a última hora del miércoles se supo que seguirá por ahora en Milán. El líder de la Liga, Matteo Salvini, ha prometido este jueves en declaraciones a los medios que sí habrá reunión esta semana y que el centro-derecha permanece «unido».
Salvini ha deslizado en los últimos días la posibilidad de una candidatura alternativa, después de que se haya constatado que su bloque no suma suficientes apoyos para llevar al Berlusconi al Quirinal. Pase lo que pase, ha añadido, el papel del ex primer ministro será «fundamental».
También la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, se ha expresado en términos similares, dando a entrever que habrá ‘plan B’. Hermanos de Italia «está listo para formular sus propuestas», ha dicho Meloni, que ve al centro-derecha listo para buscar «convergencias más amplias» si Berlusconi finalmente tira la toalla, según ‘Il Corriere della Sera’.
Entretanto, en el centro-izquierda, se intenta buscar este mismo consenso, de momento sin nombres. El líder del Partido Democrático, Enrico Letta, ha admitido en una entrevista radiofónica que «el hecho de que la candidatura de Berlusconi siga abierta lo complica todo», informa la agencia de noticias AdnKronos.
Letta, que el miércoles se reunió con el líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), Giuseppe Conte, ha afeado al centro-derecha que «se comportará como si tuviera la mayoría» y ha apostado por «un nombre compartido y que no sea de parte», en busca de un consenso más amplio que se resiste.
Conte es igualmente partidario de «un presidente que pueda representar a todos», un requisito que ha suscitado todo tipo de especulaciones en medios de comunicación. Entre quienes cumplirían este requisito figura el actual primer ministro, Mario Draghi, pero su salida del Gobierno abriría otro nuevo frente sucesorio y agitaría el temor a elecciones anticipadas.
Los próximos días serán clave para ver si hay algún aspirante con opciones claras antes de que comience la votación el próximo lunes. Un total de 1.009 personas –entre diputados, senadores y representantes regionales– decidirán quién sucede a Sergio Mattarella en la Presidencia a partir de febrero.
Los conservadores parten con 451 votos, mientras que el centro-izquierda tendrían 407, según el recuento publicado por la cadena Rai. Estos números no bastan ni en las primeras tres rondas, cuando se necesita una mayoría de dos tercios (673), ni tampoco en la cuarta, cuando el umbral cae a la mayoría absoluta (505).