MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
La ONG Médicos sin Fronteras (MSF) ha denunciado un ataque contra uno de sus equipos humanitarios en el noreste de República Centroafricana, sin víctimas que lamentar.
De acuerdo con el relato de la organización, el ataque tuvo lugar en la tarde del jueves cuando el equipo se trasladaba con varios pacientes entre las ciudades de Batangafo y Kabo.
Durante el recorrido, el equipo fue «emboscado por un grupo de hombres armados que vestían uniformes militares», que procedieron a «amenazar, maltratar y robar» a los integrantes del equipo.
«Si bien tanto el equipo como los pacientes están a salvo, condenamos profundamente este ataque selectivo contra un convoy claramente identificado como tal», ha lamentado la organización en su cuenta de Twitter.
A través de esa plataforma, MSF reitera su llamamiento a «todos los grupos armados de República Centroafricana» para que respeten a los pacientes y a los trabajadores humanitarios.
La ONG aprovecha para denunciar que la inseguridad reinante en la zona ha provocado que el aeródromo de Kabo lleve casi un año sin operar, de ahí que los pacientes tengan que ser trasladados por una peligrosa ruta por tierra.
«Pedimos a las autoridades de República Centroafricana que reabran sus vuelos a Kabo para mitigar los peligros que representan los traslados en esta volátil zona del país», concluye el comunicado que firma la responsable de la misión de MSF en el país, Gisa Kohler.
República Centroafricana es escenario de un recrudecimiento del conflicto desde diciembre de 2020 debido a la eliminación de la candidatura a las presidenciales del exmandatario François Bozizé, quien abandonó el cargo en 2014 ante el levantamiento de los rebeldes de Séléka, predominantemente musulmanes.
Tras ello, varios grupos armados integrados en la Coalición Patriotas por el Cambio (CPC) –entre ellos algunos firmantes del acuerdo de paz de 2018– lanzaron una ofensiva que les llevó a alcanzar los alrededores de la capital, si bien fueron finalmente repelidos.
El presidente, Faustin-Archange Touadéra, anunció el 15 de octubre un alto el fuego unilateral, tras lo que la Presidencia matizó que la decisión afectaba a aquellos rebeldes «que hayan depuesto las armas», después de que elementos de Retorno, Reclamación y Rehabilitación (3R) y la Unidad para la Paz en Centroáfrica (UPC) se mostraran reticentes al anuncio.
Desde entonces se han registrado enfrentamientos esporádicos e incluso la misión de la ONU, la MINUSCA, intervino a finales de diciembre para expulsar a cerca de 200 miembros la UPC de la localidad de Boyo, escenario a principios de mes del asesinato de cerca de 15 civiles.