La OTAN movilizó los últimos días medios militares, incluyendo fragatas y cazas de combate, para reforzar su presencia en el este de Europa, en respuesta a la amenaza de Rusia sobre la seguridad de Ucrania, según informó la propia organización militar en un comunicado.
En el marco del aumento de la tensión entre Kiev y Moscú, varios socios de la OTAN anunciaron el despliegue de fuerzas que reforzarán misiones de la Alianza Atlántica en el flanco oriental.
“Doy la bienvenida a la contribución adicional de fuerzas de la OTAN. La OTAN continuará tomando las medidas necesarias para proteger y defender a todos los aliados, incluyendo el refuerzo del flanco oriental de la Alianza”, subrayó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Ante la amenaza rusa sobre la seguridad de Ucrania, el político noruego reiteró que la organización militar “siempre responderá” a cualquier deterioro del “entorno de seguridad” y no renunciará a aumentar su defensa colectiva.
Países toman partido
En este sentido, al adelanto de España del despliegue de la fragata ‘Blas de Lezo’ con destino al mar Negro y el anuncio de enviar cazas de combate para respaldar la misión de patrullaje aéreo, se sumó este fin de semana la propuesta de Dinamarca de enviar una fragata al mar Báltico y reforzar con cuatro cazas F-16 la misión de patrullaje aéreo en Lituania.
Según el balance de la Alianza Atlántica, Francia también expresó su disposición a enviar tropas a Rumanía bajo el paraguas de la OTAN, mientras que Países Bajos desplegará dos cazas F-35 en el mes de abril para reforzar tareas de patrullaje aéreo en la zona.
A todo esto se suma el liderazgo de Estados Unidos, que aprobó varios paquetes de ayuda económica y militar a Ucrania las últimas semanas y dejó clara su intención de reforzar su presencia en la región ante el auge de las hostilidades con Moscú.
Desde hace semanas, Rusia despliega decenas de miles de efectivos en la frontera con Ucrania, generando alarma sobre una posible invasión tras la anexión ilegal de Crimea en 2014 y de dar apoyo a las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, en el marco de la guerra en el este de Ucrania.
La organización militar desplegó batallones de combate, formados por tropas de distintos miembros bajo paraguas de la OTAN, en los países bálticos y Polonia en respuesta a la anexión de Crimea en 2014 y más tarde creó nuevas misiones de vigilancia aérea en el mar Negro. Los últimos anuncios de los miembros de la Alianza Atlántica reforzarán estas misiones ya en marcha como forma de disuadir a Rusia de un nuevo ataque contra Ucrania.