La ONU expresa su solidaridad con el pueblo birmano, mientras las ONG alerta de que 14,4 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente
MADRID, 31 (DPA/EP)
Un tribunal de Birmania ha impuesto este lunes nuevos cargos por presunto fraude electoral contra la antigua ‘líder de facto’ del país Aung San Suu Kyi, tan solo un día antes de que se cumpla el primer aniversario del golpe de Estado que tuvo lugar el 1 de febrero de 2021.
Está previsto que la Justicia emita sentencia en unos seis meses, si bien Suu Kyi lleva bajo arresto domiciliario un total de quince años a lo largo de su vida. El que fuera presidente del país, Win Myint, también ha sido imputado por cometer este tipo de delito, según fuentes cercanas al asunto.
La política birmana contaba con una amplia popularidad tras convertirse en la ‘líder de facto’ del país en 2016 y en las elecciones de noviembre de 2020 su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND), se hizo con la victoria con una amplia mayoría y ante las críticas de los militares, que la acusan de amañar el proceso.
Suu Kyi, de 76 años, se enfrenta a once cargos, de los cuales una decena están relacionados con la ley que busca hacer frente a la corrupción en el país asiático. De ser hallada culpable se enfrenta a penas de hasta 160 años de prisión.
Por el momento ha sido condenada a un total de seis años por violar las restricciones impuestas por la pandemia e importar objetos como unos walkie-talkie.
LA ONU EXPRESA SU SOLIDARIDAD
Farhan Haq, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, ha trasladado su solidaridad al «pueblo birmano» y ha mostrado su apoyo a las «aspiraciones democráticas para que logren una sociedad inclusiva en la que se protejan todas las comunidades, incluida la rohingya».
En un comunicado, ha señalado que se ha producido un aumento de la violencia, lo que se ha traducido en un deterioro de las «crisis humanitaria y de Derechos Humanos». «La vulnerabilidad a la que se enfrentan requiere una respuesta urgente. El acceso a las personas con necesidades es de vital importancia para la ONU y sus socios», ha aseverado.
«Las Fuerzas Armadas y los acreedores deben respetar los Derechos Humanos y las libertades fundamentales. La gente de Birmania tiene que ver resultados concretos», ha afirmado.
La enviada especial del secretario general para Birmania Noeleen Heyzer «continuará movilizando una acción inmediata, incluso a través de la cooperación entre Naciones Unidas y la Asociación de Naciones para el Sudeste Asiático (ASEAN)», recoge el texto.
Para Haq, esteo es «crucial para poder establecer un ambiente inclusivo y propiciar el diálogo». «Cualquier solución debe salir de comprometerse directamente y escuchar a los afectados. Sus voces deben ser amplificadas», ha zanjado.
Por su parte, la ONG World Vision ha alertado de que 14,4 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente en el país y ha solicitado acceso inmediato a las poblaciones vulnerables.
La organización ha lamentado en un comunicado que el coste humano «y de desarrollo» son «inmensos e inconmensurables». «Desde el 1 de febrero de 2020, casi 405.700 personas han sido desplazadas internamente como resultado del conflicto armado y la inestabilidad nacional. Comunidades enteras, incluidos niños y niñas, han huido o están siendo desplazados. El difícil acceso a la educación, que comenzó con la pandemia, ha empeorado desde entonces», ha advertido.
En este sentido, la ONG ha denunciado que 12 millones de niños y niñas están viviendo el peor de los escenarios al no tener acceso a la educación en las aulas y están perdiendo la esperanza de un cambio. «Los niños también sufren traumas psicológicos y problemas de salud mental debido a las repercusiones socioeconómicas del conflicto y de la COVID-19 en sus familias y comunidades», indica el documento.
«Mi familia está luchando por salir adelante. No tenemos mucho que comer. A veces me siento deprimida y desanimada porque no he podido continuar mi educación durante los dos últimos años debido a los confinamientos por la COVID-19 y al conflicto actual. El sonido de los disparos me produce ansiedad. No me siento segura», explica Aye, una joven de 16 años.
Así, World Vision ha hecho un llamamiento para poner fin a las detenciones arbitrarias y los ataques contra civiles, incluidos niños y trabajadores humanitarios. «Deben tomarse todas las medidas para prevenir las violaciones de los derechos de los niños y de los trabajadores humanitarios, de acuerdo con la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y los Principios de París, de los que Birmania es un Estado signatario», ha apuntado.