MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha indicado que la milicia Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) –que juró lealtad al grupo yihadista Estado Islámico– estuvo detrás de la ejecución de más de 1.200 civiles en 2021, en medio de un repunte de sus operaciones en el este de República Democrática del Congo (RDC).
La Oficina Conjunta de la ONU para los Derechos Humanos en RDC ha indicado en un informe que el grupo supone «una grave amenaza» para la población civil en las provincias de Kivu Norte e Ituri, bajo estado de sitio desde mayo por el deterioro de la situación.
Así, ha indicado que el grupo «fue responsable de la ejecución sumaria de más de 1.259 personas –958 hombres, 262 mujeres y 39 niños– en un año, mientras que cometieron 738 violaciones contra los Derechos Humanos en dicho periodo.
El organismo ha agregado que durante el año pasado se documentaron 6.989 violaciones y atentados contra los Derechos Humanos en RDC, un descenso del doce por ciento desde 2020 que «no se traduce en una mejora notable de la situación de seguridad».
«Pese a esta tendencia a la baja, los miembros de grupos armados han cometido la mayoría de los atentados contra los Derechos Humanos», ha indicado, con un 60 por ciento del total, incluida la ejecución de 1.585 hombres y 439 mujeres.
En el caso de la provincia de Ituri, ha alertado igualmente del aumento de los ataques de la milicia Cooperativa para el Desarrollo de Congo (CODECO), responsable de la ejecución de 253 hombres, 61 mujeres y 95 niños.
La oficina ha detallado que los grupos armados están detrás del 70 por ciento de los casos y ha señalado que «fueron cometidos en el marco de represalias por parte de grupos armados contra civiles por no pagar tasas ilegales o no participar en trabajos forzosos, supuesta colaboración con otras facciones o fuerzas de seguridad o en el marco de secuestros y ataques contra campamentos de desplazados y zonas mineras».
En esta línea, ha apuntado a un total de 3.553 violaciones graves de los derechos del niño en el marco del conflicto armado, un dos por ciento más que en 2020, con un 94 por ciento del total atribuido a grupos armados que operan en el país y un seis por ciento a agentes del Estado.
«En las provincias no afectados por conflictos, las violaciones de los Derechos Humanos cometidas por agentes del Estado han bajado alrededor del cuatro por ciento», ha manifestado la oficina, que ha agregado que el descenso «no es homogéneo, dado que algunas provincias no afectadas por los conflictos han visto aumentar el número de violaciones y atentados contra los Derechos Humanos, principalmente Lualaba, Tshopo y Kwilu».
Por otra parte, ha indicado que al menos 531 mujeres, seis hombres, 432 niñas y siete niños fueron víctimas de violencia sexual vinculada al conflicto, lo que supone un 96 por ciento del total de crímenes de este tipo en el país.
Por último, la oficina ha apuntado además a un descenso de las violaciones de los derechos fundamentales vinculados al «espacio democrático», llegando a su nivel más bajo desde las elecciones presidenciales de 2018, en las que se impuso el actual mandatario, Félix Tshisekedi.