LA HABANA (AP) — Cuba iniciará este martes consultas populares sobre el proyecto de un Código de la Familias para renovar el existente y adecuarlo a las condiciones de vida actuales. Incluye, por ejemplo, el matrimonio igualitario o gestar para otra persona.
Desde su primera versión pública el año pasado, la iniciativa generó la reacción de iglesias evangélicas y aunque su contenido fue bien recibido por activistas de la comunidad gay, no les gustó que se someta a referéndum algo que ellos consideran un derecho.
Las autoridades indicaron que durante los tres meses que dura esta primera etapa de consulta –hasta el 30 de abril– habrá más de 78.000 puntos de reunión para que la ciudadanía pueda expresar su punto de vista. No se dio a conocer un calendario de esos encuentros. Además, podrán entregarse opiniones, sugerencias y preguntas sobre el proyecto –está en páginas de internet de instituciones y redes sociales– de manera escrita.
El proceso consultivo estará a cargo del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Para el mes de julio se espera que la Asamblea del Poder Popular —el Parlamento— incluya las sugerencias de esta etapa y convoque a un referéndum cuya fecha aún no se define.
El nuevo Código de las Familias fue redactado por un comité de una treintena de expertos, indicaron activistas y funcionarios y según el Ministerio de Justicia, al frente de su configuración, busca reflejar la diversidad de la vida evitando los conflictos y los agujeros del actual que data de 1976. Es además producto de la nueva Constitución aprobada en 2019, que incluyó derechos de nueva generación antes no contemplados en la isla.
Este Código permite establecer acuerdos prematrimoniales para proteger los patrimonios, castiga o contempla la violencia de género como un elemento para repartir bienes u otros elementos, autoriza a los padres a decidir el orden de los apellidos de los hijos y elimina el concepto de patria potestad remplazándolo por el de responsabilidad parental.
Lo que mayor debate generó tiene que ver con la incorporación del matrimonio homosexual y los derechos que se abren como la posibilidad de adoptar y la posibilidad de los llamados embarazos solidarios –que no deben ser por lucro– y por el cual parejas gay puedan procrear.
