LIMA (AP) — Un municipio de la costa del Pacífico de Perú donde floreció una cultura preinca famosa por sus piezas de arcilla con abundantes escenas de actos sexuales, instaló el sábado en su carretera principal dos estatuas de hombres indígenas con falos gigantes en busca de promover el turismo.
Las estatuas de fibra de vidrio de tres y dos metros de altura fueron erigidas luego que hace dos semanas desconocidos quemaron y destrozaron otra estatua similar edificada a inicios de 2021.
Las estatuas son las réplicas de pequeñas piezas de arcilla elaboradas por alfareros de la cultura preinca llamada Mochica, que se desarrolló entre los siglos II y VII después de Cristo.
El municipio de Moche indicó a The Associated Press que el motivo de erigir las estatuas es mostrar al mundo su cultura en medio de la crisis turística a causa del nuevo coronavirus.
Antes de ser destruida, la primera estatua se volvió popular en las redes sociales, “atrajo turistas, visitantes y el comercio de comida y recuerdos turísticos aumentó”, dijo el alcalde César Fernández.
Sin embargo, esa estatua también atrajo críticas de sectores conservadores y la madrugada del 24 de enero fue quemada y destruida por desconocidos que amenazaron a los vigilantes municipales con armas de fuego. Días antes, la estatua había sido vandalizada y le habían roto parte del pene.
El gobierno de Perú calificó al suceso como “una expresión de intolerancia”.
Los expertos afirman que los miembros de la cultura Mochica —que se desarrolló sobre uno de los territorios más secos del planeta al que transformaron en terreno agrícola gracias a sus conocimiento de hidráulica y de riego— relacionaban las actividades sexuales con la fecundidad de la tierra.
En enero, el alcalde relató a la AP que las piezas de arcilla eróticas «eran una expresión de la cercanía, del agradecimiento a los dioses por la abundancia que provocaba el agua en las tierras en medio de las dificultades”.
Según los estudiosos, existen miles de ceramios donde se representan las más diversas escenas sexuales. A mediados del siglo pasado, los menores de edad tenían prohibido ingresar a observar estos ceramios en algunos museos peruanos.
Los Mochica también fueron expertos en realizar vasijas cerámicas de retratos humanos con enorme realismo en diversas expresiones y estados de ánimo.
