La fiscalía de Estados Unidos pidió diez años de prisión para Iván Reyes Arzate, el jefe de la Unidad de Investigaciones Especiales de la Policía Federal (2008-2016) que en octubre del año pasado se declaró culpable de conspiración para el narcotráfico de cocaína, en un caso íntimamente relacionado con el que el ex secretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, preso en Estados Unidos por delitos de narcotráfico.
Reyes Arzate, apodado “La Reina”, escuchará su sentencia este miércoles en una corte de Brooklyn, Nueva York, la misma que lleva el caso de García Luna y que llevó el proceso judicial contra el ex líder del Cártel de Sinaloa de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Reyes Arzate, en octubre del año pasado, se declaró culpable de uno de los delitos que se le imputaban. En su acuerdo de culpabilidad, aceptaba ser el responsable de conspiración para la importación de 450 kilos de cocaína hacia los Estados Unidos.
En un documento firmado por los fiscales del caso y entregado al juez de la causa, Brian Cogan, el gobierno de Estados Unidos presenta ante el magistrado el cálculo y recomendación de sentencia de su parte.
Un texto, de escasas seis páginas, contiene una gran parte censurada. Hace una semana, se presentó ante el juez un documento sobre la sentencia, como un resumen del caso, que se mantiene bajo sello de confidencialidad.
Del texto entregado por los fiscales, sin embargo, se entiende que los abogados de Reyes Arzate piden al juez que la condena no supere los cinco años de prisión, que es el mínimo estipulado para el delito del que se declara culpable, para no causar diferencias con sentencias del mismo tipo. El gobierno, sin embargo, defiende que la sentencia de diez años que piden, muy por debajo de las guías federales para el tipo de acusación y agravantes del ex líder de la policía mexicana, que recomiendan condenas de entre 21 años y 27 años de cárcel.
“El gobierno afirma respetuosamente que una sentencia de 10 años de prisión es suficiente pero no mayor de lo necesario en base a los hechos de este caso”, resuelven los fiscales. En su justificación, el gobierno de Estados Unidos apunta que la “conducta corrupta” de Reyes Arzate amerita una pena de este calibre.
“El acusado cometió este delito únicamente para obtener ganancias financieras a pesar de que disfrutó de una educación estable en México, recibió un título universitario en derecho y fue empleado como oficial de policía de alto rango en un puesto muy delicado. En pocas palabras, el acusado eligió la codicia y la corrupción por encima del bienestar de los ciudadanos de México y los Estados Unidos”, resume.
Del documento se extrae, además, que pide que se contabilice y compute en la condena que Reyes Arzate ya ha cumplido 40 meses de cárcel en una prisión de Estados Unidos; algo a lo que la fiscalía no se opone pero que deja en manos del juez Cogan.
Reyes Arzate lleva preso en Estados Unidos desde 2017. Ese año fue condenado a 40 meses de prisión por una corte federal de Illinois, acusado de haber recibido un soborno de 290 mil dólares del Cártel Seguimiento 39, asociado al Cártel de Sinaloa, para evitar las investigaciones de la agencia antinarcóticos de Estados Unidos (DEA).
Justo antes de la fecha de su liberación y posterior deportación a México fue otra vez detenido, esta vez con la acusación de narcotráfico de la corte de Nueva York que mañana dictará condena en su contra.
A principios de enero ya se le ordenó la incautación y decomiso de activos por valor de 290 mil dólares, por considerarse que es el valor del beneficio obtenido del narcotráfico.
La condena de este miércoles contra Reyes Arzate es un episodio más en el asedio del gobierno estadounidense contra Genaro García Luna, que a mediados de mes tiene una cita con el juzgado para seguir analizando el estado de su caso. De la declaración de culpabilidad de Reyes Arzate se intuye que colabora o colaborará con el gobierno en el caso contra el ex secretario de Seguridad Pública, ya que trabajaron en tareas de seguridad nacional en la misma épica.
Los fiscales, de hecho, han dejado explícito que algunas de las pruebas coinciden en ambos casos, y que también concurren con algunas evidencias que aparecieron en el caso contra “El Chapo” Guzmán.
García Luna, quien fue secretario de Seguridad Pública de 2006 a 2012 durante el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón, se ha declarado inocente de acusaciones de narcotráfico. La fiscalía del distrito este de Nueva York alega que García Luna recibió enormes cantidades de dinero por parte del Cartel de Sinaloa, encabezado por Guzmán, a cambio de permitir que éste traficara cocaína a sus anchas.