El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aclaró este jueves 9 de febrero de 2022 que jamás llamó a una ruptura de relaciones diplomáticas con el Gobierno de España, esto tras haber solicitado una pausa.
El reciente conflicto con la nación europea inició tres meses después de que AMLO tomó posesión de la presidencia y exigió al Rey de España, Felipe VI, una disculpa por las matanzas ocurridas durante la conquista española en el año de 1521, a lo que su majestad no accedió.
A continuación te presentamos el historial sobre el rompimiento y restablecimiento de relaciones diplomáticas entre México y España.
Añeja disputa entre México y España
Fue el año de 1521, cuando el explorador español Hernán Cortés encabezó una batalla contra el imperio Azteca en la Gran Tenochtitlán, pasándose a convertir en 1523 en la capital del Virreinato de la Nueva España.
Para el año de 1808, y con la noticia sobre la conquista de ejército de Napoleón Bonaparte a España, surgieron miles de revolucionarios, entre ellos el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla con su emotivo discurso ‘El Grito de Dolores’ en 1810 para dar comienzo con la Guerra de Independencia, cuya consumación se dio en 1821 con los Tratados de Córdoba; logrando así un México independiente.
Quince años después de la Independencia, se dio la primera relación diplomática entre México y España el 26 de diciembre de 1836; sin embargo, fue hasta el año de 1862 cuando el general Juan Prim ordenó al ejército expedicionario español unirse al Reino Unido y Francia a solicitar el pago forzoso del gobierno Liberal del presidente Benito Juárez por préstamos; sin embargo, gracias a la intervención del entonces secretario de Relaciones Exteriores, Manuel Doblado, el general Prim retiró las fuerzas españolas del territorio mexicano.
Efectos del franquismo
Otro rompimiento bilateral entre estos países ocurrió 103 años después, cuando se suscitó la ‘Guerra Civil Española’. México había proporcionado armas y refugio a políticos perseguidos por los falangistas. A lo largo de la guerra, los voluntarios mexicanos se unieron al bando republicano para luchar contra Francisco Franco.
Sin embargo, en 1939 Francisco Franco tomó el poder en España, por lo que México rompió relaciones diplomáticas entre las dos naciones y proporcionó dos millones de dólares en la ayuda y asistencia material, que incluía 20 mil fusiles y 28 millones de cartuchos y un pequeño número de aviones de fabricación estadounidense a los republicanos.
El gobierno del entonces presidente Lázaro Cárdenas consideró que el triunfo franquista podría alimentar a los grupos de derecha que había en México, además de que consideraba injusto que el franquismo tuviera el respaldo de la Alemania nazi.
La relación empeoró en 1975, cuando cinco miembros del grupo Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad) fueron fusilados por un grupo terrorista. Ante tal cobarde acto, el gobierno del presidente Luis Echeverría canceló los vuelos entre Madrid y la Ciudad de México, cerró la Oficina de Negocios de España en el país y la representación de la agencia de noticias EFE.
Tras la decisión del presidente Echeverría, el gobierno franquista contestó cerrando la Oficina Mexicana en Madrid, la representación turística, y le respondió al mandatario mexicano tachándolo de ‘doble moral’, y le recordaron que él había participado como secretario de Gobernación en la matanza de Tlatelolco de 1968.
La muerte de Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975 permitió que los dos países volvieran a acercarse, y al año siguiente, el presidente electo de México, José López Portillo, consideró que ante la desaparición del caudillo y el restablecimiento de la monarquía en España con el rey Juan Carlos I, había llegado el momento de reunir a las dos naciones.
A unas semanas de su toma de protesta, José López Portillo envió a España a Santiago Roel, su secretario de Relaciones Exteriores; tenía la encomienda de acercarse de manera oficiosa al gobierno español para sondear la posibilidad de restablecer las relaciones rotas desde 1939.
Esto a pesar de que la Secretaría de Relaciones Exteriores aconsejó al presidente López Portillo esperar un tiempo para restablecer las relaciones diplomáticas con España, ya que existía el temor de que la monarquía española dejara de lado sus promesas de democratización y reprimiera a los opositores.
El ministro de Asuntos Exteriores de España, Marcelino Oreja, al recibir la noticia de que el gobierno de México consideraba la posibilidad de restablecer relaciones, envió a México a su representante, Fernando Arias Salgado, en febrero de 1977 para reunirse con Santiago Roel para el restablecimiento de las relaciones entre los dos países.
Mientras tanto, el gobierno de la República Española, establecido en París, también observaba con interés lo que ocurría en la península.
Los republicanos no tenían forma de volver al poder y ante el compromiso de la Corona de realizar elecciones generales el 15 de junio de 1977, aceleraron la decisión de cancelar las relaciones entre México y la República para luego desaparecerla.
Rodolfo Echeverría, subsecretario de Gobernación, fue encargado por José López Portillo de reunirse en París con el último presidente de la República Española, José Maldonado González. Echeverría le explicó que, muerto Franco, México quedaba en libertad para reanudar sus relaciones con España, pero no quería romper abruptamente con la República. “Hacia México sólo tenemos sentimientos de gratitud y amor”, fue la contestación del presidente Maldonado.
Posteriormente, el 18 de marzo de 1977 en la Residencia Oficial de Los Pinos, el último presidente de la República Española, José Maldonado y el presidente de México, José López Portillo, y el secretario de Relaciones Exteriores, Santiago Roel, anunciaron a la prensa que las relaciones entre los dos gobiernos quedaban canceladas, agradeciéndole a México por haber permitido que los españoles exiliados tuvieran viva la antorcha de la esperanza.
Diez días después, México y España volvieron a restablecer las relaciones diplomáticas el 28 de marzo de 1977, tras la reunión entre el ministro Oreja y el secretario Roel en el hotel Jorge V en París, Francia.
A partir de ese encuentro, el presidente del gobierno español, Adolfo Suárez, visitó México en abril de 1977; y en octubre de ese año José López Portillo viajó a España y un año más tarde el Rey Juan Carlos I visitó la tierra Azteca.
Reclamo de López Obrador
En el 45 aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre empresas energéticas de México y España, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia matutina del miércoles 9 de febrero de 2022, señaló que las relaciones diplomáticas con España deberían de pausarse, debido a los crecientes problemas entre ambos países.
“Y a mí me gustaría que hasta nos tardáramos en que se normalizara. Hacer una pausa que yo creo que nos va a convenir, a los mexicanos y a los españoles”, destacó el mandatario agregando que por ahora no es buena la relación con el país europeo.