WASHINGTON (AP) — Estados Unidos intensificó el viernes las advertencias sobre una inminente posible invasión rusa de Ucrania, señalando que podría ocurrir en cualquier momento, mientras continúan lo esfuerzos diplomáticos de emergencia. Funcionarios estadounidenses dijeron que Washington se prepara para evacuar su embajada en Kiev y a los ciudadanos que siguen en el país se les ha dicho que se vayan en las próximas 48 horas.
Para avivar la sensación de crisis, el Pentágono ordenó el despliegue de 3.000 soldados adicionales en Polonia para tranquilizar a sus aliados.
Mientras las opciones diplomáticas para evitar una guerra en Ucrania parecen reducirse, la Casa Blanca dijo que el presidente, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, discutirán la crisis en una llamada telefónica el sábado.
Biden ha dicho que el ejército estadounidense no entrará en guerra en Ucrania, pero prometió graves sanciones a Moscú en coordinación con sus aliados internacionales.
El momento en el que tendrá lugar la posible acción militar rusa sigue siendo una cuestión clave.
La información recopilada por Washington indica que Rusia estaría considerando el miércoles como fecha, según un funcionario estadounidense familiarizado con los hallazgos. La persona, que no estaba autorizada a hablar en público y lo hizo bajo condición de anonimato, no reveló cómo de definitiva era la inteligencia, y la Casa Blanca resaltó públicamente que no sabe con certeza si Putin está comprometido con la invasión del país vecino.
Sin embargo, funcionarios estadounidenses señalaron de nuevo que el aumento de la potencia de fuego rusa por tierra, mar y aire cerca de Ucrania ha llegado a un punto en el que podría invadir el país en poco tiempo.
Funcionarios estadounidenses dijeron a The Associated Press el viernes en la noche que el Departamento de Estado planea anunciar a primera hora del sábado que pedirá a casi todo el personal estadounidense de su embajada en la capital, Kiev, que abandone el país.
El Departamento de Estado no realizó comentarios, pero antes había ordenado a las familias del personal estadounidense en la legación diplomática que se marchasen. En el caso del personal no esencial, había dejado su situación a su discreción.
Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a discutir el asunto de forma pública, apuntaron que un pequeño número de funcionarios permanecería en Kiev y la inmensa mayoría de los casi 200 estadounidenses serán reubicados en el extremo occidental del país, cerca de la frontera con Polonia, un aliado en la OTAN, para que Washington pueda mantener una presencia diplomática en el país.
El asesor de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, instó a todos los estadounidenses que estén en Ucrania a irse, enfatizando que no deben esperar que el ejército estadounidense los rescate en el caso de que se corte el tránsito aéreo y ferroviario luego de la invasión rusa.
Varios aliados de la OTAN, incluyendo Gran Bretaña, Canadá, Noruega y Dinamarca, han pedido también a sus ciudadanos que abandonen el país, así como Nueva Zelanda, que no forma parte de la alianza.
Según Sullivan, la acción militar rusa podría comenzar con ataques aéreos y de misiles, seguidos de una ofensiva terrestre.
“Sí, es un mensaje urgente porque estamos en una situación de urgencia», dijo a reporteros en la Casa Blanca.
“Rusia tiene todas las fuerzas que necesita para llevar a cabo una acción militar importante», apuntó Sullivan, añadiendo que Moscú “podría optar, en muy poco tiempo, por iniciar una acción militar importante contra Ucrania». La escala de esa invasión podría ir desde una incursión limitada a un ataque a Kiev, apuntó.
Rusia, por su parte, se mofó de la sensación de urgencia transmitida por Estados Unidos.
“La histeria de la Casa Blanca es más indicativa que nunca», señaló la vocera del Ministerio de Exteriores, Maria Zakharova. “Los anglosajones necesitan una guerra. A cualquier costo. Las provocaciones, la desinformación y las amenazas son su método favorito para resolver sus propios problemas».
Además de los más de 100.000 soldados de tierra que, según funcionarios estadounidenses, Moscú ha acumulado a lo largo de las fronteras este y sur con Ucrania, los rusos han desplegado misiles, aviación, barcos y fuerzas de operaciones especiales, además de suministros para mantener una guerra. Esta semana, el Kremlin llevó seis buques anfibios de asalto al Mar Negro, lo que aumenta su capacidad para desembarcar marines en la costa.
Rusia y Ucrania están inmersas en un amargo conflicto desde 2014, cuando su presidente, afín al Kremlin, fue derrocado tras protestas populares. Moscú respondió anexionándose la península de Crimea y respaldando a la insurgencia separatista en el este, donde los combates han dejado más de 14.000 muertos.
El alto el fuego de 2015, mediado por Francia y Alemania, ayudó a frenar los combates a gran escala, pero las escaramuzas han continuado y los esfuerzos para alcanzar un acuerdo político están estancados.
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Isachenkov informó desde Moscú. Los periodistas de The Associated Press Robert Burns, Lolita C. Baldor y Nomaan Merchant en Washington; Geir Moulson en Berlín, Yuras Karmanau en Kiev, Ucrania, y Rod McGuirk en Canberra, Australia, contribuyeron a este despacho.