El Papa ha modificado la estructura interna de la Congregación para la Doctrina de la Fe y ha creado un departamento disciplinario para que trabaje más eficazmente en la lucha contra los abusos sexuales a menores en la Iglesia.
Así, a través del Motu Proprio ‘Fidem servare’, el Papa modifica el organigrama separando claramente en la institución dos secciones distintas, las competencias doctrinales y disciplinarias, y asignando un secretario a cada una. El cardenal Prefecto del Discasterio, el español Luis Ladaria, tendrá, de este modo, dos adjuntos.
Francisco hecho estos cambios, tal y como explica él mismo, para dar «un enfoque más adecuado al cumplimiento de las funciones que le son propias» a esta institución vaticana, que se llamó durante siglos Santa Inquisición y a la que a principios del siglo XX Pío X le cambió el nombre a Santo Oficio.
Hasta ahora, la Congregación para la Doctrina de la Fe contaba con tres Secciones (Disciplinaria, Doctrinal y Matrimonial) que se ocupaban entre otros asuntos de las cuestiones de custodia de la fe; de las causas de nulidad matrimonial de parejas casadas con personas de otras religiones; y de las relaciones con los lefevbrianos, corriente tradicionalista que no reconoce la mayoría de las reformas acordadas durante el Concilio Vaticano II.
Francisco las ha dividido en dos, para reforzar ambas secciones. Según señala Vatican News, el objetivo de la reforma es dar la debida importancia a la sección doctrinal y a su papel fundamental en la promoción de la fe, sin disminuir la actividad disciplinaria, después de décadas en las que se han empleado muchos esfuerzos y recursos humanos en el examen de los casos de abuso. De este modo, con su propio secretario, cada sección tendrá más fuerza y más autonomía.
Así, tanto la sección ‘Doctrinal’ como la ‘Disciplinaria’ tendrán la misma importancia y entidad, ya que ambas estarán coordinadas por la figura de un secretario que asiste al Prefecto en el ámbito específico de su competencia, con la colaboración del subsecretario y de los respectivos jefes de Oficina», según se lee en el documento pontificio.
El área ‘Disciplinaria’ tendrá que ocuparse de los delitos reservados a la Congregación y de los que ésta se ocupa a través de la jurisdicción del Supremo Tribunal Apostólico allí establecido.
De este modo, Francisco da más peso y mayor capacidad operativa a este departamento que seguirá los casos de abusos a menores en toda la Iglesia universal. La tarea de la sección es «preparar y elaborar los procedimientos previstos por las normas canónicas para que la Congregación, en sus diversas instancias (Prefecto, Secretario, Promotor de Justicia, Congreso, Sesión Ordinaria, Colegio para el examen de los recursos en materia de delicta graviora), pueda promover una correcta administración de justicia».
Para ello, la Sección Disciplinaria «promueve iniciativas de formación adecuadas» ofrecidas a los obispos y a los juristas, «con el fin de favorecer una correcta comprensión y aplicación de las normas canónicas relativas a su ámbito de competencia».
La sección ‘Doctrinal’ se ocupa de los asuntos relativos a la promoción y protección de la doctrina de la fe y la moral» y abogará por «aumentar la comprensión y la transmisión de la fe al servicio de la evangelización». A este último departamento se une la Oficina Matrimonial, que se ocupa de las nulidades y que antes tenía un perfil propio.