Defensores de las víctimas de abusos sexuales por parte del clero lanzaron el martes una campaña para exigir una investigación sobre el encubrimiento, denunciando que en Italia en especial hay una deferencia generalizada hacia la jerarquía de la Iglesia católica, que temen que haya condicionado todo, desde los procesos penales hasta la cobertura mediática del problema.
Una asociación de grupos espera que las recientes investigaciones en Alemania y Francia, así como las planeadas en España y Portugal, presionen a la Iglesia católica italiana para que abra sus archivos a los investigadores independientes a fin de determinar el alcance del problema, responsabilizar a los culpables y compensar a las víctimas.
Sin embargo, denunciaron que el contexto es mucho más complicado en Italia que en otros países europeos, dado el enorme peso político, económico y social que tiene la Iglesia.
La influencia de la Iglesia en Italia ha resultado en la reticencia de los fiscales a investigar los casos de abuso del clero, la negativa de los legisladores a respaldar las investigaciones parlamentarias y el propio desinterés de la ciudadanía, dijeron los organizadores de la campaña #ItalyChurchToo (#LaIglesiaItalianaTambién).
“Aquí hay un estancamiento”, lamentó Francesco Zanardi, víctima de abuso y fundador del grupo de defensa Rete L’Abuso, que ha trabajado desde hace años para crear conciencia sobre el abuso sexual del clero en Italia.
Zanardi, quien encabeza la nueva iniciativa, cree que el tamaño de la Iglesia italiana (con unos 55 mil sacerdotes) y una cultura clerical que ha puesto a los curas en un pedestal por mucho tiempo probablemente resultará en un número de casos penales que será mucho menor que los encontrados durante las investigaciones en otros países mayoritariamente católicos.
Al percibir una creciente demanda de que la Iglesia rinda cuentas, la Conferencia Episcopal Italiana ha comenzado a analizar algún tipo de investigación, pero el líder saliente de la conferencia, el cardenal Gualtiero Bassetti, ha hecho caer las expectativas, insistiendo más en una investigación “cualitativa” que cuantitativa y enfatizando que la conferencia en su conjunto debe estar de acuerdo con ella.