El suceso desencadenó el genocidio ruandés, que se saldó con la muerte de 800.000 tutsis y hutus moderados
MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El Tribunal de Casación ha anunciado el cierre de la investigación en relación con el derribo en 1994 del avión en el que viajaba el presidente de Ruanda, Juvenal Habyarimana, considerado el detonante del genocidio en el país africano.
El tribunal ha decidido ratificar el sobreseimiento ordenado en 2018 por los jueces de instrucción en el caso de las investigaciones del derribo del aparato, en el que también viajaba el presidente de Burundi, Cyprien Ntaryamira, con un misil el 6 de abril de 1994, según el diario ‘Libération’.
La investigación se remonta a 1998 y fue impulsada por una demanda de las familias de los tripulantes franceses que murieron en el derribo del avión. Sin embargo, ha sido cerrada dos veces por las dificultades para recabar pruebas.
Las pesquisas habían sido motivo de tensiones entre Francia y Ruanda, después de que varias personas del entorno del presidente ruandés, Paul Kagame, fueran citadas a declarar en el marco de las investigaciones, desatando las críticas de Kigali.
El antiguo juez Jean-Louis Bruguiere privilegió la tesis de un ataque contra el avión por parte de Frente Patriótico Ruandés (FPR) de Kagame, si bien su investigación fue criticada por fundamentarse en los trabajos de Paul Barril, un antiguo gendarme que se convirtió posteriormente en mercenario, y porque varios testigos se echaron atrás posteriormente y retiraron sus declaraciones.
En este sentido, la portavoz del Gobierno ruandés, Yolande Makolo, ha manifestado en su cuenta en la red social Twitter que la decisión del tribunal «pone fin a una de las mayores historias de encubrimiento en la historia reciente». «El engaño masivo de Bruguiere durante 24 años sobre el siniestro aéreo del 6 de abril de 1994 ha quedado cerrado y finiquitado», ha zanjado.
Las autoridades de Ruanda han rechazado las acusaciones contra el FPR por su presunto papel en el derribo del avión y, de hecho, han cargado en varias ocasiones contra Francia por su supuesta responsabilidad en el genocidio.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, reconoció en mayo de 2021 durante una visita oficial a Ruanda la «responsabilidad abrumadora» del país europeo en el genocidio, que se saldó con más de 800.000 muertos, si bien destacó que París «no fue cómplice» de las matanzas.
Las raíces del conflicto entre hutus y tutsis se remontan varias generaciones, si bien la muerte de Habyarimana desencadenó rápidamente unas matanzas encabezadas por la milicia hutu Interahamwe, que lanzó una campaña de ejecuciones que se prolongó durante cien días, en muchas ocasiones despedazando a sus víctimas en sus casas, en iglesias, estadios de fútbol o en barricadas.