La informalidad laboral absorbió a más de dos millones mexicanos durante el último año; consolidándose como una fuente principal de trabajo, después de los meses más álgidos de la pandemia de Covid-19.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que el número de ocupados en la llamada economía subterránea aumentó de 29.4 millones a 31.6 millones, entre el cuarto trimestre de 2020 y el mismo periodo de 2021.
Indicó que lo anterior implicó un incremento de dos millones 159 mil personas en actividades relacionadas al ambulantaje, los negocios que no pagan impuestos y las empresas o entidades de gobierno que no las contratan.
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También sube el empleo precario
El Inegi señaló que, a la par del repunte en la informalidad, el empleo precario también avanzó durante la pandemia; al pasar de 18.8% a 24% de la población ocupada, entre 2019 y 2021.
A través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), reportó que la cantidad de personas afectadas por la precariedad repuntó de 10.4 a 13.5 millones, en el lapso de referencia.
Precisó que –esto último- provocó que tres millones 118 mil mexicanos cayeran en espacios laborales donde ganan un máximo de dos salarios mínimos y cubren jornadas de trabajo excesivas, fuera de lo marcado por la Ley Federal del Trabajo.