La esposa de José Ramón López Beltrán, Carolyn Adams, salió a desmentir la existencia de un presunto conflicto de interés entre el hijo de AMLO y el dueño de la empresa Baker Hughes, Keith Schilling, a través de los documentos que fueron publicados este domingo en un medio de comunicación.
Mediante su cuenta de Instagram, Adams calificó como un “montaje” con “dolo” y “mala fe” la investigación de Latinus y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, por lo que explicó cada uno de los documentos difundidos por La Jornada.
Sobre la polémica por le contrato de arrendamiento celebrado entre ella y el propietario y esposa de Baker Hughes, precisó que el agente inmobiliario hizo uso del recurso digital DontLoop y las firmas electrónicas y fechas avalan la autenticidad del documento.
Te puede interesar: Renta de casa en Houston de hijo de AMLO fue regular, revelan supuestos documentos
“Se puede ver en las firmas inferiores la fecha y la hora verificadas con la herramienta que usó el agente inmobiliario para validar el contrato de arrendamiento”, expresó.
[ Tips para surtir tu alacenaOpens in new window ]
El documento tuvo una vigencia de aproximadamente un año, pues se firmó del 16 de agosto del 2019 hasta el 31 de julio del 2020.
Además, Adams recalcó que la renta del inmueble localizado en las afueras de Houston, Texas, se comprometió un mes antes, como lo indican los documentos difundidos por La Jornada, debido a que el 8 de julio se realizó el depósito por un mes de renta de 5 mil 600 dólares, el mismo concepto que se realizaría mensualmente.
Asimismo, la esposa de José Ramón López Beltrán aseguró que el 15 de agosto del 2019 se realizó el primer pago de la renta de la propiedad, bautizada como “la Casa Gris” a lo largo de las últimas semanas de la polémica.
“Reitero que tenemos a nuestra disposición todas las pruebas y estamos dispuestos a entregarlas a las autoridades correspondientes (contrato de arrendamiento, estados de cuenta, chats y lo que se requiera”. dijo en la publicación de Instagram.
En tanto, reiteró su molestia con los medios de comunicación que dieron importancia a lo que ella se refirió como un montaje, que invadió su privacidad, aunque expresó que no emprenderá acciones legales.
“No somos personas públicas, no hay ni habrá conflicto de interés. ¡Respeten nuestra privacidad!”, aseveró.
Ponen en duda el contrato de arrendamiento
A través de redes sociales, diversos usuarios pusieron en entredicho la veracidad del contrato de arrendamiento, pues, desde su perspectiva, carece de sustento legal y es un formato fácilmente descargable de internet, aunque otros avalaron la autenticidad del documento.