SANTO DOMINGO (AP) — El gobierno de República Dominicana inició la construcción de una “verja fronteriza inteligente” que, asegura, regulará el flujo migratorio, el tráfico de personas, armas y estupefacientes, el crimen organizado y la actividad binacional.
“Con este acto cumplimos con el sagrado deber de defender la seguridad nacional de nuestro país y combatimos las amenazas que hoy nos afectan y nos preocupan”, expresó el presidente dominicano Luis Abinader.
Tras el anuncio, la oposición puso en duda la eficacia de la obra y manifestó su temor a que sea un recurso del mandatario para aumentar su popularidad.
Abinader puso en marcha 54 kilómetros de la verja fronteriza con un acto ante los principales funcionarios de organismos de defensa y seguridad del Estado luego de haber exigido ante la ONU una mayor atención a la situación de Haití por parte de la comunidad internacional.
“Insisto, una vez más, a las grandes naciones del mundo para que acudan en rescate de Haití como corresponde. Por nuestra parte, nos proponemos seguir manteniendo unas buenas relaciones de vecindad a la vez que redoblamos nuestros esfuerzos en la protección de nuestras fronteras y en la defensa de nuestra soberanía”, sostuvo el mandatario durante el acto.
Recientemente, en un acto organizado por el gobierno de Haití en Puerto Príncipe, la vicesecretaria general de la ONU Amina Mohammed alertó sobre la generalización de la inseguridad, los secuestros y el control de las bandas en muchos barrios de la capital de ese país.
El secretario de Asuntos Jurídicos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), José Dantes, destacó en sus redes sociales que fue durante la pasada gestión que se inició la construcción de la verja fronteriza -de la que se realizaron 24 kilómetros- y que teme que el anuncio sea una maniobra propagandística de cara a una posible reelección del actual mandatario en 2024.
“Luis Abinader lo hace para desviar la atención de problemas y montar la reelección”, apuntó el dirigente del principal partido opositor.
Para el dirigente de Fuerza Nacional Progresista (FNP) y exdirector general de Migración José Ricardo Taveras, el inicio de la construcción de una verja fronteriza es un paso histórico pero insuficiente para distanciar a República Dominicana de los peligros de Haití.
“No comparto el concepto de verja perimetral y lo que he visto hasta ahora me indica incomprensión de los riesgos a que estamos expuestos por el universo de dramas que afectan Haití”, acotó el abogado y exfuncionario. “No dejaré de tomar nota de que de nada vale que se levante la valla si no se respeta el muro jurídico y se enfrenta la corrupción que ha llevado al país a carecer absolutamente de seguridad fronteriza y a ser literalmente invadido”.
Las autoridades dominicanas de salud han denunciado el incremento de embarazadas haitianas que cruzan de forma irregular a los hospitales dominicanos para dar a luz, pasando de 8.000 partos en 2018 a más de 36.000 el año pasado, así como el alto costo que esta situación representa para el sistema de salud.
De acuerdo con el gobierno dominicano en una primera etapa la valla se extenderá por 54 kilómetros y tendrá 19 torres de vigilancia y control y diez puertas de acceso para patrullaje. La obra estará lista en nueve meses y tendrá un costo de 30,8 millones de dólares.
Se prevé que en el segundo semestre de este año se licite una segunda etapa que abarcará otros 110 kilómetros -de los 391 kilómetros totales de la frontera dominico-haitiana- cuya construcción se pondrá en marcha tan pronto concluya la primera etapa.
También se anunció que esta semana se instalará un sistema de control biométrico para el registro de las personas que entren al país por los pasos fronterizos regulados. El sistema utiliza una herramienta que conjuga las huellas dactilares con fotografías, permitiendo identificar con un mínimo margen de error la identidad de una persona, además de registrar sus datos.