En enero de 2022, las ejecuciones en Morelos alcanzaron niveles históricos.
Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) refieren que durante el mes pasado hubo 81 víctimas de homicidio doloso en la entidad.
Esta es la segunda cifra más alta de asesinatos ocurridos en enero desde 2015, de acuerdo a datos del propio SNSP.
En enero de 2021 se documentaron 76 ejecuciones; en el mismo mes de 2020 fueron 57; y en 2019 sumaron 86. Asimismo, el primer mes de 2018 hubo 66 homicidios dolosos; en 2017, 62; y en enero de 2016 y 2015 se documentaron 48 y 29 víctimas, respectivamente.
Una de las 81 víctimas de homicidio doloso durante el mes pasado fue la activista Ana Luisa Garduño, quien fue asesinada en Temixco de un disparo de arma de fuego el pasado 28 de enero.
Garduño era una mujer que trataba de hacer justicia por el feminicidio de su hija ocurrido 10 años atrás. Reclamó a la Fiscalía que investigara; estudió Derecho; se acercó a otras familiares de víctimas; evitó la habitual mancuerna de impunidad y olvido. Incluso creó una asociación para asesorar a personas que hubieran pasado por situaciones como la suya.
Otra de las víctimas fue Benjamín López Palacios, quien era alcalde de Xoxocotla y fue asesinado el pasado 11 de enero a tan sólo 10 días de haber tomado protesta en el cargo.
Asimismo, esta cifra histórica de homicidios dolosos durante enero estuvo enmarcada por la polémica fotografía del gobernador Cuauhtémoc Blanco con tres presuntos líderes del crimen en Morelos.
Las explicaciones del ex futbolista tras darse a conocer esta fotografía provocaron una cascada de narcomantas por todo el estado. Unas señalaban la cercanía del gobernador con el crimen organizado y sugerían algún tipo de implicación del ‘Cuauh’ en el asesinato del activista Samir Flores, ejecutado hace tres años.
Precisamente este fin de semana se cumplieron tres años del asesinato de Samir Flores, principal opositor de la termoeléctrica de Huexca, cuyo asesinato sigue impune.
Por lo anterior, Liliana Velásquez Fuentes, pareja y compañera de lucha del activista, sostuvo que se exigencia sigue siendo la misma: que caigan todos los responsables y también el autor intelectual de este crimen.
Con una celebración religiosa, realizada en Amilcingo, el activista fue recordado por sus familiares y amigos que honraron su pasó por esta vida terrenal. Alfonso Leija Salas, obispo de la iglesia católica del Río de La Plata, fue el encargado de oficiar la misa.
“La lucha social de preservar los ríos, la vida y la naturaleza también es parte del mensaje de Dios (…) si Jesús regresara estaría aquí trabajando con nosotros para preservar la vida. Samir fue sacrificado por eso (por defender la tierra, el agua y el aire) que su muerte no sea en vano”.
— Alfonso Leija Salas