El ambiente de violencia que se vive en México, atribuido principalmente a los miembros del crimen organizado, ha provocado que algunos integrantes de la oposición al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) adopten el concepto ‘Estado fallido’ para describir la situación del país.
Es por ello que la senadora del Partido Acción Nacional (PAN), Kenia López Rabadán, señaló al mandatario mexicano porque su administración ha permitido crímenes como la masacre en San José de Gracia, Michoacán, al ‘entregar’ el poder a los cárteles del narcotráfico, y sumir al país en esta condición por la supuesta torpeza de las instituciones para garantizar el bienestar de la población.
“Claramente las instituciones no están funcionando”, aseguró.
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Sin embargo, recibió una respuesta del presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, quien se manifestó a favor del presidente López Obrador por la actuación de su gobierno en la búsqueda de la paz y negó que los cárteles de la droga hayan rebasado a la administración de la 4T.
“Estado fallido es una connotación muy riesgosa y muy peligrosa. En México hay tranquilidad, hay instituciones funcionando”, precisó Monreal Ávila.
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Pese al debate actual entre los miembros de la Cámara Alta, diferentes académicos y políticos se han cuestionado a largo de los años qué se debe tomar en cuenta para dar validez a dicho término en la realidad, aunque existen varias posturas que coinciden con el eje del concepto teórico.
Estado Fallido: ¿caso de México?
La definición de Estado fallido surgió en la década de los años noventa, gracias a un par de académicos, Gerald Helman y Steven Ratner, en plena explosión del conflicto en la antigua Yugoslavia, donde varios de los ahora países independientes quedaron en las ruinas.
En este sentido, el concepto, de raíz, se refiere a aquellos Estados (países) que ponen en peligro a sus ciudadanos por la inestabilidad política, la violencia, conflictos civiles, revoluciones y la fractura de las instituciones que rigen a su gobierno.
Además, no solo los factores sociales o políticos pueden conducir a determinada nación a adquirir el mote de Estado fallido, pues también intervienen otras variables de tipo económico, cultural o jurídico. En México existen zonas con problemas de liderazgo del narco; sin embargo, las principales instituciones que garantizan el bienestar del país funcionan.
En cuanto a los rasgos de los líderes políticos de los Estados fallidos, se desentienden de los problemas de la gente, los tratados internacionales, el derecho internacional y solo del interesa el poder, así como la riqueza, según uno de los teóricos sociales más importantes, Noam Chomsky.