El Papa ha implorado que cese la guerra en Ucrania en un nuevo llamamiento en el que ha pedido pensar sobre todo en los «niños», que serán los que se llevarán la peor parte del conflicto.
«¡Jamas la guerra! Piensen sobre todo en los niños, a quienes se les quita la esperanza de una vida digna: niños muertos, heridos, huérfanos; niños que tienen como juguetes residuos bélicos ¡En nombre de Dios, deténganse!», ha señalado en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Francisco ha expresado así una vez más su preocupación ante la situación que se vive en Ucrania tras la invasión de Rusia. Tan solo dos días después de que el ejército ruso entrara en el país, el Papa Papa visitó la embajada rusa ante la Santa Sede para «manifestar su preocupación por la guerra».
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En el plano humanitario, ha donado material sanitario como jeringuillas, vendas, productos para desinfectar superficies o esparadrapos , así como medicamentos a los hospitales de Ucrania para contrarrestar la falta de material médicos que está afrontando el país. Además, ha mandado a dos cardenales a Ucrania para ofrecer sus servicios a la población y a los desplazados: son el polaco y limosnero papal Konrad Krajewski y el checo Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, habló esta semana con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y le trasladó la voluntad de la Santa Sede de «hacer de todo, de ponerse al servicio de la paz».
Además, ha vuelto a apostar en una entrevista a los medios vaticanos, por la vía diplomática, aunque apuntó que la Doctrina Social de la Iglesia «siempre ha reconocido la legitimidad de la resistencia armada frente a la agresión».
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