NACIONES UNIDAS (AP) — El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió el lunes que la guerra de Rusia en Ucrania sostiene “una espada de Damocles” sobre la economía global, particularmente sobre los países pobres en desarrollo que lidian con el pronunciado aumento en los precios de alimentos, combustibles y fertilizantes, y que ven como “bombardean” su despensa.
Guterres dijo a los reporteros que “Rusia y Ucrania representan más de la mitad del suministro mundial de aceite de girasol y alrededor del 30% del trigo del mundo” y que “los precios de los granos ya han superado a los del comienzo de la Primavera Árabe y a los de las revueltas de 2007 y 2008”.
Dijo que 45 países africanos y menos desarrollados importan al menos una tercera parte de su trigo de Ucrania y Rusia, y 18 de ellos importan al menos el 50%. Entre esas naciones están Egipto, Congo, Burkina Faso, Líbano, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, aseguró.
“Todo esto golpea con más fuerza a los más pobres, y siembra las semillas de la inestabilidad política y el descontento en todo el mundo”, advirtió Guterres, quien señaló que las naciones más vulnerables ya trataban de recuperarse de la pandemia de COVID-19 y lidiaban con una inflación histórica, los aumentos en las tasas de interés y sus deudas incluso antes de que comenzara la guerra en Ucrania.
David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, dijo a The Associated Press durante una visita a la ciudad de Leópolis (Lviv), en el oeste de Ucrania, que el 50% del trigo que la agencia adquiere para alimentar «a las 125 millones de personas a las que llegamos en un día, semana o mes cualquiera, proviene de Ucrania, al igual que el 20% del suministro mundial de maíz.
“Por lo tanto, (la guerra) tendrá un impacto catastrófico en la dinámica global”, señaló Beasley.
Guterres reiteró su llamado a un cese inmediato de hostilidades y a retomar las negociaciones serias para la paz. “Ucrania está en llamas”, declaró, añadiendo que “el impacto en los civiles está alcanzando proporciones aterradoras”.
Anunció que otros 40 millones de dólares del fondo para emergencias de la ONU se usarán para trasladar suministros críticos de alimentos, agua y medicamentos a Ucrania, donde hay al menos 1,9 millones de desplazados. Otros 2,8 millones de personas han dejado Ucrania rumbo a otros países.
El personal humanitario de Naciones Unidas reporta que en la sitiada ciudad portuaria de Mariúpol, en el sur del país, la población civil enfrenta una escasez urgente de agua, alimentos, medicamentos y otras necesidades básicas, dijo el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq.
La ONU ha llegado a 600.000 personas dentro de Ucrania con algún tipo de asistencia humanitaria, dijo Haq, pero el llamado urgente de la agencia de 1.100 millones de dólares para ayudar a 6 millones de personas dentro de Ucrania en los primeros tres meses solamente ha logrado recaudar 219 millones de dólares hasta el momento, es decir el 19%. Pidió que las naciones que se comprometieron a donar fondos realicen sus depósitos.
El domingo, tres agencias de Naciones Unidas hicieron un llamado al fin inmediato de los ataques contra instalaciones de salud, argumentando que 24 instalaciones médicas y cinco ambulancias resultaron destruidas o dañadas, 12 personas han muerto y 34 más han resultado heridas desde el inicio de la guerra.
La UNICEF, la OMS y el Fondo de Población de las Naciones Unidas señalaron que “estos horribles ataques provocan muertes y graves lesiones entre los pacientes y los trabajadores de la salud; destruyen infraestructuras de salud esenciales y obligan a miles de personas a abstenerse de utilizar estos servicios a pesar de necesitarlos desesperadamente”. Describieron los ataques como “un acto de una crueldad inconcebible”.
En las instalaciones de la ONU, el borrador de una resolución sobre la crisis humanitaria pasó del Consejo de Seguridad, en donde Rusia tiene poder de veto, a la Asamblea General, donde no hay vetos.
Francia y México, copromotores de la medida, señalaron en un comunicado conjunto difundido el lunes que su prioridad es lograr el cese inmediato de hostilidades para proteger a la población civil de Ucrania y permitir la entrega de asistencia humanitaria a millones de personas necesitadas. También indicaron que un número significativo de países que no forman parte del Consejo de Seguridad quieren participar en promover una resolución.
“Estamos atestiguando la peor crisis humanitaria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, señalaron los embajadores de Francia: Nicolas de Riviere, y de México: Juan Ramón de la Fuente. ”La situación humanitaria en Ucrania sigue deteriorándose con cada hora que pasa», todos los días mueren civiles y el número de refugiados y desplazados internos sigue en aumento.
“Con el objetivo de permitir que se transmita un mensaje unido por parte de la comunidad internacional, hemos decidido llevar nuestra iniciativa a la Asamblea General”, señalaron los dos enviados.
Diplomáticos del Consejo señalaron que después de dos semanas de deliberaciones a puerta cerrada, el borrador de la resolución habría enfrentado el veto de Rusia en el Consejo de Seguridad si hubiera incluido un llamado al fin inmediato de las hostilidades, algo que buscan Estados Unidos y sus aliados de Occidente. Si se hubiera eliminado esa parte, como lo pretendían algunos integrantes del Consejo, las naciones occidentales sentían que la resolución habría carecido de fuerza, indicaron los diplomáticos, quienes hablaron bajo condición de anonimato debido a que las discusiones del Consejo eran privadas.
“Obviamente, habría sido complicado en el Consejo de Seguridad”, dijo De Riviere a los reporteros.
Al llevar el borrador de resolución a la Asamblea General, los copromotores pierden la posibilidad de que la resolución sea legalmente vinculante, como lo son las resoluciones del Consejo de Seguridad. Pero podrían conseguir un sólido apoyo para su llamado a poner fin a la violencia y para describir el grave estado de la situación humanitaria en Ucrania.
Después de que Rusia vetó una resolución del Consejo de Seguridad que exigía el fin inmediato del ataque ruso a Ucrania y el retiro de todas las tropas rusas, la Asamblea General aprobó el 2 de marzo una resolución similar en una votación de 141-5, con 35 abstenciones.
De Riviere dijo que Francia y México confían en que todos los miembros de la ONU apoyarán una resolución de la asamblea sobre el acceso a la ayuda humanitaria, el cese de hostilidades y el respeto a la ley humanitaria internacional y los Convenios de Ginebra.
“Mientras más pronto, mejor”, declaró.
