Las playas de Revolcadero I y II de Acapulco, Guerrero recibieron en agosto de 2021 la certificación de ‘bandera azul’ (Blue Flag), distinción que las cataloga como lugares libres de contaminación. Esto, como sucede en cientos de playas de Europa, obliga a autoridades y prestadores de servicios a cumplir con 33 rigurosos criterios entre los que destacan limpieza, calidad del agua, servicios públicos, entre otros.
No obstante, Publimetro realizó un recorrido y constató que hay montañas de basura en los accesos de las playas e incluso en sus oficinas, eso sin contar la situación de los servicios públicos así como el estado del arenal. En este sentido, cabe destacar que estos lugares muy concurridos, especialmente en puentes y periodos vacacionales, además son invadidos por vehículos a motor que incrementan la contaminación ambiental, acústica e incluso ponen en riesgos a los bañistas. Pero no sólo a éstos, también a la fauna que anida en esta costa de Guerrero.
En las imágenes recabadas se observa claramente que a pesar de esta zona cuenta con el distintivo de Blue Flag, sus oficinas acumulan montañas de basura con desperdicios perecederos y envases de todo tipo. Esta situación demerita las certificaciones de playas limpias y ponen en el objetivo a este tipo de acciones públicas que en princpio van dirigidas a crear espacios públicos más limpios y accesibles, sin embargo en Acapulco y concretamente en de las Playas Revolcadero I y II, lo que muestran es dejadez, abandono, corrupción y falta de civismo que incumplen con los requisitos para tener dicha certificación.
Además, explicó que el puerto de Acapulco cuenta con cinco certificaciones, lo cual los hace competir con destinos turísticos como Los Cabos, Cancún, e Ixtapa. En este mismo sentido se pronunció Miguel Torruco a finales de enero. El titular de la Secretaría de Turismo (Sectur) destacó que para esta temporada 2022-2023 esperaba inscribir las candidaturas de 70 playas, 2 marinas y 31 embarcaciones de turismo sostenible.
“Sin lugar a dudas, México estará ratificando su posición de vanguardia a nivel continental y mundial, ya que se registra un crecimiento sostenido en el número de banderas azules cada temporada”.
— Miguel Torruco, secretario de Turismo federal
Y a pesar de la situación de estas playas en el puerto guerrerense, el funcionario federal presumió que ahora México contará, si el Jurado Nacional está de acuerdo y el Jurado Internacional así lo dictamina, con 103 sitios Blue Flag, 11 más que el año pasado. Agregó que otro aspecto a resaltar es que 92 sitios ya certificados buscarán en este nuevo ciclo su renovación, refrendando su compromiso con el cuidado y preservación del medio ambiente.
Por su parte, también recientemente el director ejecutivo de la Foundation for Environmental Education México, Joaquín Arturo Díaz Ríos, explicó que uno de los principales atractivos turísticos de México son sus playas, las cuales siguen siendo un importante recurso motivador de viaje, por lo que debemos cuidarlas y protegerlas, con una visión responsable y sostenible.
“Por ello, promovemos programas como Blue Flag, que desde sus inicios, en 1985, en Francia, ha buscado crear conciencia sobre el papel de los ecosistemas, y particularmente los sistemas costeros, en el sector turístico”, afirmó. Aseguró que ante una demanda creciente de playas no solamente libres de contaminantes, sino operadas bajo esquemas ecológicos, Blue Flag trabajada para generar actividades turísticas responsables, que en tiempos como los que vivimos adquieren una mayor relevancia.
“En la Secretaría de Turismo reconocemos la labor que realiza la Foundation for Environmental Education México a través de este programa, porque sabemos que se aplican criterios de orden internacional y se da seguimiento, de forma cuantitativa, objetiva e independiente, a los procesos de evaluación del cumplimiento ambiental”, externó.
Además, estos esfuerzos también contribuyen de manera significativa a mejorar la percepción de nuestros destinos turísticos y a generar una mayor confianza en los turistas que nos visitan, factor fundamental para el proceso de reactivación del sector turístico del país.
Pero a pesar de estas palabras de ánimo y que buscan ensalzar las playas mexicanas con esta certificación, los visitantes se encuentran con un panorama desolador: zonas abandonadas, atestadas de basura, con escasos servicios públicos, viene vienes que exigen pagos por estacionarse en lugares públicos, desechos de origen animal, escasez de botes de basura y multitud de plásticos y cristales, fruto de las fiestas que se realizan en estos emplazamientos de esparcimiento familiar. Y aunque no es nuevo en Acapulco donde ya se han hecho virales videos de vertidos de aguas negras en la bahía y en el Revolcadero, estas situaciones son más graves cuando se evidencian en zonas certificadas por Blue Flag. Sobre esta situación, el 5 de agosto de 2021, José Luis Basilio Talavera, el aún secretario de Turismo del municipio de Acapulco, aseguró que su equipo logró mantener las playas limpias, pese a que las aguas negras siempre han sido el problema; sin embargo, resaltó que con la certificación Blue Flag (bandera azul) se trabaja para su conservación e incluso les permite competir con otros lugares turísticos del mundo.
“Cabe señalar que las acciones conjuntas realizadas con Blue Flag están plenamente alineadas con las directrices establecidas en el Programa Sectorial de Turismo y el Plan Nacional de Desarrollo”
— Miguel Torruco
Pero no sólo es cuestión de declaraciones y buenas intenciones, el costo de cada certificación Blue Flag cuesta a las arcas públicas 150 mil pesos anuales, de hecho Puerto Vallarta ha tenido que desembolsar hasta 450 mil pesos por el distintivo en tres de sus playas, Cancún, con 7, más de un millón de pesos y Acapulco, 750 mil pesos, pos sus 5 arenales certificados. Toda esta inversión se incrementa al contar con el objetivo que marcó Miguel Torruco para esta temporada en México. Por las candidaturas de 70 playas, 2 marinas y 31 embarcaciones que optan a la certificación 2022-2023, los gobiernos en México deberán desembolsar más de 15 millones de pesos.
Con este contexto de fondo y a días del puente del 21 de marzo y a menos de un mes de la Semana Santa, queda en manos de las autoridades y de las certificadoras revisar que se cumplen los lineamientos de las distinciones, especialmente cuando a pocos metros de ahí el secretario de Turismo inauguró el 21 de febrero el nuevo estadio Arena GNP para el Abierto de Acapulco.
¿Qué necesita una playa para recibir la certificación Blue Flag?
Blue Flag es un programa internacional de certificación de playas y marinas que tiene por objetivo principal premiar a aquellos destinos costeros que han alcanzado la “excelencia” en la gestión y manejo ambiental, en la calidad de instalaciones de seguridad e higiene, además de aplicación de actividades.
De acuerdo con la página oficial Blue Flag México, una playa debe cumplir con 33 rigurosos criterios, los cuales están integrados en cuatro componentes: calidad de agua, gestión y manejo ambiental, información y educación ambiental, y seguridad y servicios.
- Calidad del agua: Uno de los factores más importantes dentro de los requerimientos es contar con un estándar alto en la calidad del agua, y no permitir conductas que puedan contaminar el agua como vertederos industriales y contaminantes. En el caso de las playas se requiere un especial cuidado a los arrecifes de coral.
- Gestión y manejo ambiental: Es necesario que las playas constituyan un Comité de Gestión de la Playa para que puedan desarrollar leyes y normativas que ayuden la infraestructura para la recolección de basura, implementar sanitarios adecuados y limpios, además de promover el uso de medios de transporte sustentables.
- Información y educación ambiental: El hecho de que las aguas estén expuestas al público que visite estas zonas significa que tienen que cumplir con un código de conducta, desde los responsables de la playa, marina o embarcación hasta los turistas.
- Seguridad y servicios: Finalmente es necesario que las playas, marinas y embarcaciones cuenten con el personal y equipo adecuado para garantizar la seguridad de los visitantes, utilizando señalización y planes de emergencia, incorporando accesos y espacios incluyentes para personas con discapacidad.
Es importante saber que cualquier playa, marina o embarcación puede perder su reconocimiento por incumplimiento de los requisitos una vez otorgada la bandera azul.
Existen dos tipos de penalizaciones, la bandera amarilla, que significa baja de bandera, ésta puede ser solicitada por el operador durante una limpieza de playa o mantenimiento o por un leve incumplimiento de los criterios.
El retiro definitivo de la bandera se muestra con una bandera roja, que es por incumplimiento grave que atente contra la seguridad, la salud, el bienestar o el patrimonio, y para ello todos los candidatos y certificados tienen a su disposición una reglamentación muy estricta que está disponible en línea.
Los beneficios de la bandera azul
Las playas, marinas y embarcaciones que participan en el programa obtienen beneficios como la mejora en la gestión de las playas, una mayor regulación en procesos costeros, y la recuperación y restauración en ecosistemas.
Igualmente son apoyados con la implementación de programas de educación ambiental, y lo más importante, difusión a nivel nacional e internacional para que cualquier turista pueda tener conocimiento de estos lugares y tenga la certeza de que es un lugar ecofriendly.
Playas de Revolcadero son bandera azul
A pesar de las omisiones para cumplir los requerimientos, la página oficial de Blue Flag México señala que estos dos destinos turísticos mantienen la máxima categoría, mientras que Baja California Sur y Quintana Roo sí tienen destinos con bandera amarilla.
Publimetro buscó la postura de los representantes de Blue Flag en México para saber que ocurre con ambos destinos turísticos, Joaquín Díaz, director de Blue Flag en Mexico, reconoció que durante un recorrido en las playas Revolcadero I y Revolcadero II se detectaron condiciones que no cumplen con las características para tener dicha certificación y esto la pondría en riesgo, por lo que las observaciones deben solventarse a la brevedad.
“Durante la reciente visita de control realizada por parte del personal de Blue Flag México se observaron incumplimientos a los criterios internacionales que deberán atenderse, comprobar la evidencia del cumplimiento a la brevedad y conforme a las posibilidades de las autoridades competentes”.
También explicó que el distintivo se otorga por el seguimiento y cumplimiento de los estándares internacionales, por lo que a ambas playas se les concedió un periodo para corregir los errores señalados.
“En tanto se resuelven estos pendientes, ambas playas están consideradas en el status de ‘Dentro de proceso de mejora del desempeño ambiental’; es decir, en tanto no acrediten el cumplimiento a satisfacción de los criterios, no operan como Blue Flag, pero están dentro de los tiempos para recuperar los estándares mínimos necesarios”.
Aún más: “Es tarea de todos mantener bajo un esquema de aprovechamiento responsable los activos ambientales de todos el país. Todos debemos vigilar las playas y cómo se operan. Si no se cumple con la normatividad nacional o los estándares globales hay que señalarlo”.
